¡Y Clemente cerro el marcador! (Crónica de S12 Verde)

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RCV VERDE – ABELLES BLANCO

¡Y Clemente cerró el marcador!

El sábado teníamos dos citas en sedes diferentes. En el río, el equipo naranja se enfrentaba al Tatami y el verde al Abelles blanco en Quatre Carreres.

Si la semana anterior sufrimos un serio correctivo ante un rival más hecho y potente como lo fue el CAU, esta vez, ante el Abelles cambiaron las tornas.

El conjunto que presentaban, sin menospreciarlo de ninguna de las maneras, no fue rival para nuestros chicos. Según me dijo su entrenador y ante mi desconocimiento, presentó un equipo plagado de niños que se iniciaban en este precioso pero a la vez exigente deporte y el encuentro estuvo muy desequilibrado.

Ya desde el principio se evidenció la enorme diferencia de nivel y se fueron sucediendo los ensayos a nuestro favor ante lo poco contundente de los placajes de nuestros amigos de Abelles.

Decir de todas formas, que con todo y con eso, ellos fueron un digno rival que no perdió la cara en ningún momento y encajaban los ensayos con la mejor de las disposiciones y una y otra vez volvían a la brega.

Ante esta situación, el partido, antes de que se convirtiera en un correcalles, hicimos que nos sirviera para trabajar todo aquello que queremos consolidar este año.
Pedí a los chicos que aunque no fueran derribados, montaran agrupaciones y rucks formando plataformas estables y movimientos lentos para organizar el ataque desplegado y tomarnos el tiempo suficiente para crear ataques de calidad y de juego a la mano.
En defensa, trabajo de poste y subida en línea para asfixiar la subida del equipo rival, que nos sirviera para otras ocasiones, ante rivales más grandes o experimentados donde es fundamental para que no cojan velocidad o tengan tiempo para pensar.
Todo eso salió más o menos bien y los chicos también es de valorar el que no quisieran “hacer sangre”, quitando el que en algún momento, quien más quien menos quisiera meter su ensayito.
Tuvieron libertad también para probar aquellas cosas que ante una mayor presión defensiva les cuesta a veces realizar y se vio alguna patada a seguir, offloads y algún que otro intento más de innovar que es también fundamental en estas edades para experimentar y crecer como jugadores de rugby.

Me quedo pues con muchas cosas positivas del encuentro que a priori podría parecer poco útil.
Lo mejor sin duda, el respeto por el rival. Los propios jugadores, en vez de hacer mofa o tomarse el partido a broma, se sintieron apenados por el duro correctivo al que les estábamos sometiendo. Aún así, les dijimos que el mayor favor que les podíamos hacer, es respetarles jugando de manera ordenada y lo mejor que supiéramos. Ellos sacarían una enseñanza pero nosotros también. La lástima no sirve más que para acrecentar el sentimiento de víctima y los niños que teníamos delante no lo fueron en ningún momento. Lucharon de forma brava con las armas que tenían y simplemente perdieron ante alguien que les superó. Ni más ni menos que lo que nos pasó el fin de semana pasado pero a la inversa.
Unas veces se gana y otras SE APRENDE.

Esto es deporte. En este caso, para mí, sin duda el más bello de todos.

Y por último, mencionar algo que aún me tiene con una sonrisa en los labios. La actitud de todos nuestros chicos animando a uno de sus compañeros que se ha iniciado este año y que ha venido con unas ganas por aprender enormes y todos ellos se volcaron para que consiguiera también su ensayo.

Y sí, como en los partidos de baloncesto y prácticamente sobre la bocina, El ala izquierdo voló al recibir el pase de uno de sus compañeros y plantó el oval detrás de la línea de marca justo antes de que el árbitro pitara el final.

Nunca un ensayo ha sido tan celebrado por estos S-12.
Nunca el ensayo de uno fue tan ensayo de todos como el de Clemente.

Alineación:
Carlos de Ramón, Juancho, Héctor, Candela, Jaume, Arnau, Clemente, Vicente, Asier, Pau Caballero, Nico, Óscar, Germán.