Este pasado sábado los chicos del Naranja S12 reanudaban sus compromisos con la competición tras el viaje a Sitges. Les tocaba medirse con un UER Moncada sólido y rocoso que pondría a prueba la actitud frente al placaje por encima de todas las cosas.
Tras un calentamiento donde el choque y el uno contra uno fue el protagonista, se les encomendó como en otros tantos encuentros los pilares sobre los que estamos trabajando y repetimos como una letanía en todos y cada uno de los partidos que disputan: subir a presionar en defensa, actitud individual y colectiva ante el placaje y movimiento del balón. En este caso, los entrenadores insistimos más en la necesidad de abrir los espacios, de fijar a todos los contrarios posibles en las fases estáticas para poder moverlos y evitar así la confrontación uno contra uno, que debido a la mayor envergadura de los chicos del Moncada les podría pasar factura en el desgaste físico y mental.
Tras pactar jugar a 10, ya que era el número máximo de efectivos de los que disponían los visitantes, el Valencia salió combativo, con ganas de mover el balón y subiendo a la presión bastante bien de forma que ahogaban casi todos los intentos de avance de la UER, si bien era tan rápida la presión a la que los sometieron que incurrieron en golpes por fuera de juego en demasiadas ocasiones permitiendo al rival acercarse a nuestra línea de marca más de lo deseado. Una buena acción de nuestro apertura que encontró el espacio generado para alejarse por el ala y subir al marcador nuestro primer ensayo que ayudó y mucho a sobrellevar el desgaste físico en el contacto que desde esos primeros minutos estaba sometiendo el Moncada a nuestros chicos.
Si bien se pudieron apreciar demasiados errores en el desplazamiento del balón ya que no se mantuvo la profundidad en el ataque, ni se leía las dificultades organizativas por las que pasaban los chicos del Moncada y que habrían permitido sumar más ensayos aprovechando nuestra mayor velocidad. Por su parte el equipo visitante resultó muy efectivo en el encuentro uno contra uno, percutiendo de forma contundente y avanzando muchos metros sin que fueran detenidos, con una técnica muy trabajada a nuestros jugadores les costaba mucho detenerlos, así como barrían en todas las fases estáticas en las que protegían perfectamente el balón sin que pudiéramos limpiar ni pescar los balones más lentos si quiera. Por otro lado, gracias a la reiteración de maniobra de amague de su medio melé, los chicos del RCV pudieron detener el avance del Moncada con mayor facilidad. A pesar del buen trabajo defensivo, de nuevo los golpes a escasos metros de marca propia, y la falta de reacción permitió al equipo visitante sumar varios ensayos en su haber que puso el marcador muy igualado.
Poco a poco nuestros chicos fueron encontrando los espacios necesarios para desplazar el balón hasta las alas donde llegaron los ensayos que nos pusieron por delante. Si bien el resultado final fue más ajustado de lo que esperábamos, la sensación de que la contundencia con la que jugaba la UER fue contagiándose entre varios jugadores, haciéndoles perder la concentración sobre el juego que debían desplegar y por tanto facilitar que el tanteo hubiera sido menos ajustado, un aspecto que se les recalcó durante las pausas, pero que evidentemente como cualquier otro proceso madurativo necesita de más trabajo en los entrenamientos y de mayor experiencia en partidos similares.
Destacar la cohesión que se vivió en el terreno de juego y que sin duda se disfruta desde la banda cuando el equipo se organiza como un conjunto compacto, donde cada uno da lo mejor de sí mismo y el compañero le secunda en cada fase que lo necesite. Sin duda sigue habiendo mucho trabajo por hacer, en el plano técnico no tanto por su calidad de pase, sino por la necesidad de trasmitir el balón segundos antes de ser interceptados, así como la recolocación defensiva cuando se les pita un golpe en contra que permitiría subir a presionar con mayor rapidez frente a los saques rápidos de golpe.
A seguir entrenando!
#SumamosTodos
#SumemTots
