RCV blanco. VS. Les Abelles. 28-01-012.

Archivos

Archivos

Buscar

Buscar

RCV blanco VS. Les Abelles. 28-01-012.

Buenas noches desde la máquina de pergeñar crónicas. La víspera del partido tuve un sueño. Me encontraba en los campos de 4 Carreres, el cielo plomizo aumentaba la sensación de ir como pisando huevos, olía a hierba mojada. Como siempre había muchos chicos jugando, gente desconocida y conocidos, estaban mis hermanos mis sobrinos, también viejos amigos de les Abelles, y todos parecían contentos. Lo que más llamaba la atención era que uno de los campos de juego estaba patas arriba, parte del césped artificial lo habían levantado, y en su lugar aparecía un agujero bien profundo y embarrado, en un lateral unos labradores se afanaban entre coles y tomates.
Que cosas pasan en los sueños. Bueno ya iban llegando mis amigos: Beltrán, Miquel, Arnau, Juancho, que guapos y alegres están esta mañana, Sergio, Rubén, Gonzalo chico, Iván; y sus papás que me saludan siempre tan amables. En los sueños uno nunca tiene muy claro que va a ocurrir, siempre el vigilante al otro lado del espejo tiene la sensación de ser manipulado como una hoja que la corriente juguetona de un río lleva.
Pero dejémonos de sueños Segismundo. De ello se encargan los adversarios, un equipo de les Abelles de muy buena presencia y especialmente combativos. Empezamos a jugar, una chica rubia -más pendientes a veces de los niños que se quejan o lastiman, que del juego- pita el encuentro. Hoy voy a ver si consigo que me dejen participar. La verdad es que al principio corro tras el balón y los contrarios, pero no consigo nada. Juancho me está contando una historia, el árbitro y yo le atendemos con interés, y luego se nos une Rubén que nos cuenta un chiste mientras hace una cosa con los ojos muy graciosa. Los demás siguen jugando, a Sergio no le afecta esta extraña condición, él a lo suyo a correr, a derribar contrarios sin piedad. De repente Juancho y Rubén dejan de hablar y se abalanzan con coraje sobre el contrario, pido el balón pero nadie me lo pasa. Ahora veo a Miquel, hoy más bailarín que nunca, se escapa una y otra vez y los defensores lo paran irregularmente. ¡Del cuello no! Y aparece Arnau dando pases y buscando el hueco para escapar, como le envidio; Iván con su casco tiene ganas de guerrear. Pero las fuerzas también flaquean, cunde un poco el desaliento, el contrario es duro de pelar. Pido refuerzos acude presto Gonzalo chico, siempre en el punto caliente siempre dispuesto a luchar hasta el final, su ejemplo nos anima, pero sigo sin que nadie me pase la pelota. En defensa hay alguna buena muestra de presión sobre el contrario, y Sergio está demoledor en defensa, su entrega le pasa factura, a descansar y pronto otra vez a la brecha. Pero hoy el que también destaca en labores defensivas es Beltrán, que aunque tiene el diablo en el cuerpo, surge como por encantamiento y frena in extremis el ataque del contrario. Jugamos a ráfagas: brillantes combinaciones entre Arnau, Miquel y Sergio, y algún que otro intento fallido, buenos ensayos, pero hoy había que pelear mucho, ante un rival duro, y eso sí se logró.
Cuando desperté del sueño el partido había terminado, tras el pasillo de rigor que rubrica los encuentros, los jugadores salen corriendo al tercer tiempo (pienso que solo acuden a jugar por eso). Cuando termino el partido me levanté de la cama, y fui al cuarto de baño, pero no sé como me encontraba en los vestuarios de 4 Carreres. Creo que lo mejor es que vayamos a ¡entrenar duro chicos!

Jugaron: Beltrán, Miquel, Arnau, Juancho, Sergio, Rubén, Gonzalo chico e Iván.
Ensayos. 4 Sergio. Resultado: RCV-4. Les abolles-10