Torneo de altibajos y resultados interesantes de cara a la próxima temporada.
A falta de la final autonómica de los M-12, tuvimos la posibilidad de juntarnos, por primera vez, el equipo de M-14 del año que viene. Primera toma de contacto muy satisfactoria. Llegamos a desarrollar un juego impecable en momentos del torneo. En otros nos vinimos abajo y no supimos reaccionar ni controlar el partido.
Empezamos estableciendo tres instrucciones muy claras, atacar los intervalos, convergencia del apoyo y combinación de dos o tres fases de delanteros y una fase de tres cuartos. Y en el primer partido supimos realizar, durante los primero minutos, el juego que pedimos. Los constantes fueras de juego del equipo del Boadilla suponía que nuestro jugadores chocaban contra un muro defensivo con iniciativa sobre el ataque y aquí nos hundimos. No supimos sacar la casta hasta el final de la segunda parte y sólo pudimos maquillar el resultado.
Ahora, cuando nos pusieron al Abelles delante todo cambio. Le dimos intensidad al juego, dominamos el encuentro de principio a fin. La única pena fue que los individualismos pasaron por encima del orden general del juego. Si esto nos ocurre en un encuentro más cerrado y disputado sólo puede perjudicarnos. Con este partido cerramos los encuentros matutinos. Se vieron ganas y muchos detalles individuales, pero también mucha falta de concentración.
El primer encuentro vespertino comenzó como el primero de la mañana. Con buenas intenciones pero con poca intensidad, sobre todo en defensa. Jugamos un partido contra tres jugadores y nueve ‘turistas’ acompañando. No supimos jugarles, dejamos que corrieran de lado a lado del campo y nos desbordaran por el ala. Para relanzar el juego se la devolvíamos a esos mismos jugadores. No quisimos defender, no quisimos placar y sucumbimos ante los ganadores del torneo.
Como por la mañana, el siguiente equipo sufrió la rabia de la derrota anterior. Un equipo francés, jugaba a un buen nivel, con un mimo al oval envidiable, vio como nuestros chicos les pasaron por encima sin contemplaciones. No les permitimos reaccionar y solo pudieron evidenciar nuestra superioridad. Fue nuestro mejor partido, mucho orden, bien los criterios del los dos medio y pequeñas individualidades cuando el juego lo demandaba.
Para terminar la jornada, aún no me explico porque, volvimos a enfrentarnos al ‘equipo de amarillo’, en el que sólo jugaban dos y que jugaba con dos nombres. La cuestión es que ahora sí que salimos metidos en el partido, les jugamos de tu a tu, y eso que jugaban con un jugador que estaba disputando el torneo M-15. Nos ganaron por individualidades pero el único equipo en el terreno de juego fue el nuestro. ¿Fallo de la organización? ¿Está bien para los niños tanta diferencia física? ¿Por qué los árbitros consintieron tanto juego peligroso (Placajes altos, volteos contra el suelo, percusiones en defensa)?
Sin querer quitar el merito a los ganadores, tenemos que considerarnos campeones, fuimos el mejor equipo en el terreno de juego. Supimos luchar contra árbitros, jugadores de edades dudosas y contra equipos que jugaban a muy alto nivel. Este segundo puesto sabe a primero. Es un punto de partida inmejorable para el año que viene. Hay mucho que mejorar, mucho que aprender, pero este torneo nos permite esperar grandes resultado la próxima temporada.
