Le Tournoi de la Noix 2015

Archivos

Archivos

Buscar

Buscar

El Rugby en sí es pura experiencia, dentro y fuera del campo. Cuando se juega por su intensidad y mezcla de inteligencia, técnica, físico y respeto…fuera del campo por su integración, humildad, divertimento y cohesión. Son los ingredientes que no han faltado en este viaje de fin de temporada que hemos vivido los padres y madres junto a nuestros chicos en Vinay.

Podríamos decir que el Torneo de la Nuez de Vinay fue un viaje que se construyó entorno a él mismo, desde una charla, un sano pique, unas cervezas y un grupo de padres/madres nació un viaje que nos ha hecho entender este bello deporte desde otra de sus esencias; como tratándose de un deporte minoritario tiene un valor añadido, que no es otro que el de que te permite viajar para conocer otros países, otras ciudades, otros lugares en los que disfrutan tanto o mas como nosotros del Rugby y donde te reciben como si hubieras veraneado allí de toda la vida, como parte de esta familia deportiva, como uno mas, haciéndote sentir como en casa, eso y mucho mas es lo que encontramos en Vinay.

En lo deportivo, el torneo estaba muy bien organizado, con partidos de 7 minutos, bien arbitrados, en unos campos envidiables y con equipos de mucho nivel. Estaban inscritos dos equipos del RCV que Aitor y Sergio guiaron con paciencia, tesón, pedagogía y animo. Se estrenaron los mas pequeñines con una derrota que les hizo reaccionar en el resto de los encuentros, despertándose uno a uno. Jugadores que durante la temporada no se habían atrevido a placar, a correr con el balón, a limpiar los rucks, tras ese primer contratiempo fueron desplegando habilidades que hasta ellos mismos desconocían, por puro mimetismo con el contrario y con sus propios compañeros, por esa comunión que les nace de forma natural como equipo les plantaron cara a chicos mucho mas grandes, que se extrañaban de como les iban cayendo los ensayos ante el jubilo de los padres en el lateral del campo. Por parte de de los S8 de segundo año se crecieron ante los rivales desde el primer minuto, placando y corriendo por doquier, participando de jugadas entre ellos, realizando amagues de pase, luchando sus primeras melés, poniendo el balón en juego tras los golpes de castigo en un abrir y cerrar de ojos, apoyándose los unos a los otros, sin bajar la guardia ni un segundo. Las victorias se sumaban ante equipos que no daban crédito y que también le ponían ganas, que nada podían con un grupo de jugadores que se comunican con solo mirarse, que se divierten fuera y dentro del campo y que se crecen cuanto mas grande y tosco es el equipo rival. Parecía que el Torneo se venia a Valencia con los S8 del 2007 y con esa sensación fuimos a reponer fuerzas, comiendo bajo la carpa todos como una gran familia, donde la cohesión de grupo seguía creciendo…tras probar sus embutidos, patatas y refrescos, e intentar que los chicos descansaran un poquito ante el sofocante sol y sin que la relajación tuviera éxito, se reanudaron los partidos y con ellos otra gran lección del Rugby: “no vendas la piel del oso ante de cazarlo” . En las semifinales los equipos que habían llegado a ellas, eran sin duda los mas correosos y duros y dieron fe de ello frente al asombro y una cierta dosis de impotencia de nuestros chicos. Los partidos no resultaban fáciles de ganar y el cansancio en todos ellos pasaba factura, y he ahí la moraleja de que tan importante es luchar, como saber descansar, respetar al resto de equipos por muy bien que te haya ido hasta entonces y salir concentrado mas allá del nivel que creas que tengan los otros. A pesar de todo los chicos del RCV no bajaron la guardia tras resistirseles las victorias fianales y sacaron una excelente experiencia que les llevo a conquistar ni mas ni menos que el 3er puesto del Torneo, siendo los pequeñines del 2008 los 1os de su grupo, subiendo a por los trofeos con el mayor de los júbilos y ganando el Trofeo Fair Play por la excelente actitud demostrada en el campo ante alguna provocación aislada y puntual.

En general este torneo ha sido un compendio de experiencias fuera y dentro del campo. Para los padres un momento precioso en el que conocernos mas, darnos cuenta que formamos un gran grupo y que jugamos un papel muy importante en el crecimiento de nuestros hijos como jugadores y personas; dándoles apoyo y confianza como un todo, sean hijos de unos o de otros nos hemos dado cuenta de que formamos parte del engranaje en el que todas las piezas son clave. Disfrutando en el campo con el Rugby vistoso, aguerrido y colaborativo que Fran, Aitor, Maria y Patri les han sabido transmitir, y donde Sergio tras este torneo y durante la temporada que viene sumará sus conocimientos a ese hilo conductor. Fuera del campo divirtiéndonos, disfrutando de la excelente gastronomía de Vinay, de sus espirituosos (algunos mas que otros) de la acogida y hospitalidad sin palabras con la que nos han recibido en Vinay; el pueblo donde nunca llueve y todo es verde y frondoso por ciencia infusa (investigaremos su secreto). Para los jugadores cualquier viaje en bus les supone una experiencia deliciosa junto a sus amigos, si a eso le añades horas y horas de viaje, durmiendo todos juntos, comiendo y desayunando como en los campamentos y jugar a su deporte favorito con la creme de la creme del Rugby, y sumas Ginkanas entorno a trenes en miniatura y arboles de nombre seguro que inventados, poco mas podemos decir, puesto si la experiencia para los mayores ha sido increíble, para los S8 del RCV seguro que no van a dejar de hablar de ella con todos sus amigos del cole en días.

No podría acabar esta crónica de otra forma que no fuera agradeciendo a todo el grupo de padres y madres de los S8 su esfuerzo, su implicación y su participación en este viaje, por lo que supone para los niños, por lo que implica para el Rugby Club Valencia que los padres participen de estas iniciativas y las promuevan. Como no, también a los que no pudieron venir porque son parte del equipo y se seguirá trabajando para que nadie se quede sin poder disfrutar de los viajes que vengan. A los entrenadores por haberles enseñado que mas vale el esfuerzo colectivo que la brillantez individual y por la paciencia y sacrificio dedicando vuestro tiempo de descanso en nuestros hijos (seguro que ellos lo harán por los vuestros). Agradecer al Club su apoyo, los detalles con los chicos y la logística y por ser la plataforma en el tiempo de este bello deporte en Valencia. Al grupo de intendencia que organizó desayunos, meriendas y comidas sin que faltara de nada de forma tan copiosa; al resto de padres que fueron adoptando si era menester a los hijos de unos y otros, para ducharlos, vestirlos, velar por ellos, acurrucarlos, curarles y apoyarles desde la banda sin igual. A la delegada-tesorera por preocuparse de las finanzas del micro Estado Nación S8 RCV, llevándonos a consulta cada vez que se balanceaban las arcas (obteniendo mayorías absolutas), y haciendo de nexo entre los organizadores del torneo y nuestros equipos (seguro que agradecieron el dominio del idioma) y como no a José Luís por haber creído en este viaje, por organizarlo de forma tan concienzuda, por habernos descubierto brebajes irrepetibles, y gastronomías deliciosas, por formar parte de las gentes que nos han tratado como en casa y por tener la iniciativa de apuntarnos al Torneo. Porque son las iniciativas como estas las que hacen avanzar a cualquier grupo de amigos tengan 6, 7 ó 40 años, haciéndolos perdurar en el tiempo.