La NO-Crónica del campeonato de España Sub18

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AVISO: esto que vas a leer no es una crónica que relate un torneo con sus respectivos resultados!

Sábado 2 de mayo, después de realizar el fin de semana anterior una exitosa gira en Bayona, el Sub18 de la generación del 97-98 (y algunos del 99) afronta lo que será el último campeonato juntos, un viaje que ha sido largo, pero para nada aburrido.

Temporada 2012-2013, tras haber pasado mi primer año como ayudante del señor Alejandro Altozano, con Victor Cirujeda en el Sub14 con grandes resultados, yo esperaba repetir categoría con Victor al año siguiente, pero de repente me dicen que Bruno, el entrenador de la categoría S16, no entrenará más, y ese grupo queda huérfano de entrenador ya que: es una generación “complicada” según cuentan, muchos integrantes del Sub14 del año anterior suben y pasan a ser sub16 de primer año, pero son pequeños físicamente y además los de segundo año no son muchos, “es un año difícil” me dicen, la generación del CAU es tremenda, se comen 100 puntos cada vez que se encuentran y por si fuera poco además está el INTER, otro rival a batir con gente que destaca por sus individualidades y poderío físico. Pero los lazos que había construido con los S14 el año anterior, aquel antológico Campeonato de España en Valladolid, dónde tiramos 3 veces de épica remontando al FC Barcelona, Salvador y Alcobendas me hizo creer en esos chicos. Inesperadamente afronto lo que será mi primer año como primer entrenador junto a Xixa.

Y fue tal como describieron, partidos duros, resultados aún más duros… pero había algo más… los chavales venían siempre, con viento, lluvia, fiebre o el día de Reyes (si les hubiese puesto entrenamiento). Y ahí estábamos, Xixa y yo, con todos ellos, que no faltaban a su cita del martes y jueves en el pequeño campo del liceo, y como así era, yo le ponía todo mi empeño para darles las armas que necesitaban para derrotar a esos “monstruos”. Trabajaron duro en cada entrenamiento, con los ya míticos “fisicontactos” dónde más que un entrenamiento parecía aquello el coliseo, lucha a muerte por el balón donde acababan sudando, sangrando, golpeados y algunas veces vomitando “hay que hacer que pierdan el miedo al contacto, que se acostumbren a golpearse una y otra y otra vez” me decía. Finalmente los resultados no acompañaron, 4º de la liga y 4 del campeonato de España abierto (lo que sería 12º de España), pero habíamos conseguido dos cosas, que fuesen un equipo, y que estuviesen todos dispuestos a golpearse.

Y os preguntareis a que viene esto, y es bastante importante para mí. Después del resultado de hoy Enzo definió lo que había sucedido como “el que quiere, puede” y, pensando en mi casa, me doy cuenta de que no estoy de acuerdo con eso, no pienso que lo que ha ocurrido este fin de semana fuese cuestión de que quisieran mucho, muy fuerte y mucho más que el de enfrente en cada partido, porque esa frase te sirve para 5 minutos, el tiempo que te pegas dos carreras, te ahogas, te das cuenta de que es el tercer partido, te dan rampas y estas al borde de la insolación a 30 grados sin sombra. Creo que lo de este fin de semana ha sido más un “quien la sigue la consigue” porque esto es el resultado de años luchando, desde aquellos “fisicontactos” que al final siempre me pedían que hiciésemos (kamikazes…), desde aquella derrota contra el Inter en semifinales tanto de la liga como del campeonato de España, dónde nos dimos cuenta de que la victoria no nos iba a llegar porque lo mereciésemos, sino que si la queríamos, debíamos arrebatársela al equipo de enfrente, hasta el amistoso contra Bayona dónde aprendimos a nunca soltar, a siempre seguir no importa el cansancio, los golpes… y además manteniendo la cabeza fría, siguiendo el sistema y leyendo el juego. Y eso era algo que no solo sabían dos o tres, sino que cualquiera de los 26 convocados que entrase al campo tenía claro que el de al lado pensaba de la misma forma.

Es por eso que no nos acobardamos cuando vimos a nuestro primer rival, Marbella, los sub campeones del Campeonato de España del cerrado de hace dos años, un equipo físicamente mucho más grandes que nosotros. Porque ya no éramos el mismo equipo que se arrugaba ante rivales así, como el Inter, a ese equipo este año le metíamos 40 y después de plantar cara a los “animalicos” de Bayona… esa ya no colaba, y así fue.

Es por eso que nos sobrepusimos al Alcobendas, porque sabíamos que no podíamos esperar a que el rebote del chut a palos de Vicen entrase “porque nos lo habíamos merecido” y nos diese ese punto de diferencia para ponernos por delante en el marcador, sino que debíamos coger ese balón y meterlo nosotros mismo en la línea de ensayo, y así fue.

Es por eso que en el último encuentro frente al CRC Pozuelo no nos desmoronamos pensando en el calor, el desgaste de otros 3 partidos, el dolor o las ganas de decir “basta”, porque no es que “quisiéramos”, es que llevábamos 3 años siguiéndola, y esta, la íbamos a conseguir, y así fue.

Enhorabuena a todos los jugadores del Rugby Club Valencia Sub18, no por este bronce en el campeonato de España, sino por estos años en los que habéis sabido encajar los golpes, porque los peores no eran los físicos, sino los anímicos, y aún así os habéis levantado para SEGUIR luchando, este es vuestro premio, no por merecerlo, sino por lograrlo y ser capaz de hacerlo, habéis igualado la marca de la generación del 93-94 (mi generación…) y estoy orgulloso de que hayáis sido vosotros, solo espero que entendáis que esto no ha sido de la noche a la mañana, sino que habéis ido poniendo vuestro granito de arena hasta poner la balanza de vuestro lado, y esa victoria, es la más gratificante.

Pablo Lammertyn