El S-16 DEL RUGBY CLUB VALENCIA CORONA LOS TRES MILES DE ESPADÁN

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Los chicos del Sub 16 del Valencia Rugby Club, acompañados de algunos padres y amigos han coronado este domingo los tres picos de mil metros de la Sierra de Espadán -el Gurugú, la Peña Pastor y el pico Espadán (1.045 metros)- en una jornada insuperable. A las ocho de la mañana una expedición de seis coches salió de la Avenida de Aragón hacía Aín, adonde llegaron otros dos coches. A las nueve y cuarto comenzó la caminata de cinco horas perfectamente organizada por Adolfo Santamaría, que había acudido al evento en su ya famoso happymóvil azul.

Caminamos hacia los picos haciendo algunas paradas para reponer fuerzas, beber y reagruparnos, ya que la línea de 28 personas a diferentes ritmos se iba alargando como un acordeón. Subimos mucho, al pasar de 400 a 1.000 metros, a veces por pasos angostos, con piedra suelta y bastante pendiente. Era difícil ver el paisaje cuando había que estar pendiente del suelo constantemente, pero de vez en cuando paramos a respirar y admirar las vistas. Para bajar, invertimos otras dos horas y llegamos Aín sobre las 17:30, para tomar algo y volver a casa camino de la tan merecida ducha.

El bueno de Billy, un gracioso téquel blanco de Miguel Ferrer, emprendió la ruta corriendo arriba y abajo sin parar, sin saber que aquello no había hecho más que comenzar y que, si seguía así, acabaría reventado, como así ocurrió. El pobre debió purgarse, comió lo que le echaron los chavales y vomitó al menos media docena de veces. Al final del día había perdido más de la mitad de la masa corporal. Dicen por el wasap que ahora no quiere salir de casa. Esperamos verlo en la próxima movida.

Ha sido una gran satisfacción compartir esta jornada con un grupo tan auténtico y divertido. La urticaria, ocasionada por las orugas o los mosquitos, son gajes del excursionista que otra vez trataremos de evitar. En menos de una semana, ni nos acordaremos de ella. En cambio, quedará en nuestra retina el paisaje espectacular que pudimos observar desde las cumbres. Un auténtico regalo. Gracias a Adolfo, el experto montañero del grupo, por la organización y la espléndida visita guiada. Gracias a Jorge Serrano, por estar también fuera de los entrenes tan pendiente de los chicos. Y gracias a todos los integrantes de la excursión. La buena química hizo que la caminata del domingo por la Sierra de Espadán fuera inolvidable.

Ya estamos ansiosos de preparar la ruta hacia el Penyagolosa.