Crónica viaje a Boadilla. M-8.

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De montería en Boadilla (VIII Torneo internacional de escuelas de rugby. Boadilla del Monte 2013).

Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. En el coche de Germán, de camino a Valencia, todos duermen, menos el piloto claro está: Juan, Juancho «marmota», Germán jr.-menos mal-, Carmen con sus auriculares, y Albert. Regresan cansados y satisfechos del viaje a Boadilla.
Dos días antes llegaban ilusionados a Madrid con los jabatos del Rugby Club Valencia. Como buenos cazadores que son, saben que en esta época del año, cuando el invierno se resiste a dejar paso a la primavera, acude presto desde la sierra cubierta de nieve, ese animal montaraz, de cuerpo ovalado, escurridizo y de caprichoso rebote: el balón de rugby.
Especie protegida que los jabatos audaces gustan de cazar, para jugar. Y para ello nada mejor que acudir al» VIII torneo internacional de escuelas de rugby de Boadilla del Monte».
El día anterior buscaron acomodo, los jabatos y sus familias, en un «cortijo» de las Rozas. Donde por la noche degustaron una cena a base de fina torta de pan aderezada de diversos condumios y bebidas refrescantes. Luego un poco de entretenimiento con Mary «Carmen» Poppins, un Cuentacuentos, y a dormir.
A la mañana siguiente a Boadilla, acuden los equipos de: Tasman rugby Boadilla, el Getxo, el Cetransa Salvador, el VRAC (Quesos Entrepinares), les Abelles, La Vila y el Tecnidex rugby club Valencia, en la categoría sub.-8 (jabatos). Siempre es un placer para el RCV compartir un torneo con los amigos de la Vila, tan huérfanos ellos de competición.
Pero nada más llegar, primer contratiempo: Héctor baja del coche, junto a su amiguete Pau, se pone a trastear, y cae rodando. Caída dolorosa de la que resulta herido en la mano derecha y en las narices. Total forfait para el torneo, mala suerte Héctor.
A las once empiezan los partidos, abren fuego el RCV y los anfitriones del Tasman. Comienza el partido y el RCV parece dormido, no consigue zafarse de la presión agobiante de un Tasman muy motivado. A resultas de ello pierde el partido y solo consigue el tanto del honor por medio del valiente Alex. A pesar de la derrota, los jóvenes cazadores de balones no se desaniman, pues han dado la cara.
En el segundo encuentro, el RCV se enfrenta al equipo más fuerte y en forma del torneo: el VRAC A de Valladolid. Son grandes, fuertes, rápidos y disciplinados. Someten al RCV a una fuerte presión, y logran adelantarse en el marcador. Pero entre la confusión de todos aparece de nuevo la figura de Alex. En el torneo el reglamento permite chutar, así que Alex busca una nueva salida a la presión del Quesos, amaga un estupendo chut, que bota mansamente hasta entrar en la zona de marca. Los vallisoletanos se quedan paralizados, y mientras, David y Guillermo suben en punta hasta el campo contrario. Pero he aquí que David en su afán por marcar, hace un pequeño borrón antes de controlar el balón y marcar. El árbitro bisoño duda, y a instancias del entrenador del VRAC, con muy poco fair-play, no da el ensayo. Desilusión, la jugada única en el torneo, bien merecía el premio.
Antes de comer el último partido de la mañana, esta vez frente al Getxo de Bilbao, quizá el equipo más asequible del torneo. Y aquí se lucieron tanto la bella Elena, como Héctor» botitas de charol»; el fogoso Nacho fue ejemplo de osadía marcando un bonito ensayo. Y todos corrieron a placer con el balón.
Tras la comida se reanuda la competición que se presenta muy interesante. Siguiente partido frente a les Abelles. Contrincante más que conocido, que estaba haciendo un buen torneo. Pero ahora la estrategia preparada por Víctor, con Alex y Mario como jugadores de referencia, y con dos grupos que se alternan en los partidos para que todos jueguen, da sus frutos, el equipo va a más. Les Abelles cae ante el empuje irresistible del RCV.
Después le toca el turno al VRAC B. Un equipo duro de pelar, pero que no consigue recuperarse del inicio frenético del encuentro. Nada más iniciarse el partido Juancho se hace con el balón, y en jugada solitaria logra un excelente ensayo. Victoria ajustada pero merecida.
Y llega el momento culminante del torneo. El RCV se enfrenta al Cetransa Salvador de Valladolid, uno de los más duros rivales: rudo, bueno técnicamente, aplicado y disciplinado, a las órdenes de un entrenador de celo excesivo. En el ambiente se nota que es un enfrentamiento de alta tensión.
El Salvador inicia el encuentro demostrando su buen hacer en el juego: se agrupa perfectamente alrededor del balón, limpia los rucks, defiende con dureza y sale con potencia. Pero a tanto juego disciplinado, responden los jabatos del RCV con velocidad, arrojo y determinación, y ese estilo de juego enloquecido. Capitaneados por Mario y Alex, el equipo se contagia de un entusiasmo efervescente, que tiene a todo el mundo en ascuas. Al empuje descomunal de Alex, que consigue dos ensayos para empatar el partido, se une Luis ardoroso en ataque, buscando dar salida siempre al balón, y uniéndose en defensa a Asier dispuesto a saltar sobre todo lo que se mueve. Si el esfuerzo decae allí están Nacho y Juancho eligiendo la mejor opción. Y si hay que recuperar ese balón que se resiste aparece Pau. Aunque el Salvador se afane con ahínco, David y Guillermo surgen como los más brillantes escuderos.
Con el partido empatado, y ante un desenlace que se prevé emocionante, se alza reluciente la figura luminosa de Mario; que como un relámpago quema la defensa contraria que no sale de su asombro, y pone por delante a su equipo. En la siguiente jugada se queda a un palmo de ensayar; pero en el relevo, siempre atento, Alex en fuerza consigue el ensayo. El Salvador en un último esfuerzo (y con ocho jugadores en cancha) logra un postrer ensayo, demasiado tarde. Finaliza el partido, el público salta de alegría.
Tras el pasillo, los jugadores valencianos van a consolar a los abatidos pucelanos, otro buen ejemplo de juego limpio. Y en este partido reluce con luz propia Germán, que jugó el partido entero, y logró lo que su progenitor nunca consiguió: batir al Salvador.
Después de lograr este estupendo trofeo, quedaba como lustroso colofón el partido que cerraba el torneo sub.-8: RCV vs. La Vila. Primero una sesión fotográfica del equipo, y a jugar. Enfrentarse a los entusiastas amigos de la Vila siempre es reconfortante. En el encuentro los dos equipos se dan con alegría al juego del balón ovalado. Se ven jugadas llenas de chispa, y ese juego un poco alocado, tan divertido. Foto fraterna de conjunto para finalizar, y se citan para la semana que viene en Puçol.
Como el año anterior el RCV se ve relegado, por un incomprensible reglamento, a la tercera posición tras el Salvador. Así que sin derecho a premio alguno, regresan todos al «cortijo» de las Rozas (salvo los Cilleruelos, que se quedaron pacientemente a la espera de lo trofeos).
Ducha, los más pulcros, y a la busca de una reparadora cena. Eligen un restaurante oriental, que hace las delicias de grandes y pequeños con su comida milenaria, abundante y colorista. Los jabatos no han tenido suficientes emociones, y antes de dormir organizan una breve fiesta de pijamas.
Al día siguiente, tras el desayuno, como no hay victoria sin recompensa, ni triunfo sin premio, todos los jóvenes cazadores de balones son obsequiados con un bonito regalo, incluso Carmen y el voluntarioso Iñigo.
Los que todavía aguantan se van a patinar al Palacio de hielo. Y antes de partir se comen más de cien montaditos, y regresan felices a Valencia.
Por último destacar el apoyo y la buena compañía de todos los asistentes: Alex y Manolo; Mario, Irene, Susana y Diego; Luis, Teresa, Pau y Paco; David y José; Asier, Héctor, Maribel e Iñigo; Guillermo, Jorge, Ana y Fernando; Elena, Clara, Laura, Magda y Víctor; Héctor y Alberto; Pau y José; Juancho y Juan; Nacho y David; Germán jr. y Germán; Carmen y Albert.
La caza del balón prosigue, y ¡A entrenar duro chicos!

Resultados del torneo:
RCV.1-Tasman rugby Boadilla.3
VRAC A.5-RCV.0
RCV.6-Getxo.2
RCV.4-Les Abelles.1
RCV.2-VRAC B.1
RCV. 4-Cetransa Salvador.3
RCV.4-La Vila.1