El pasado Sábado 19 de Diciembre, nuestro S-14 se enfrentaba al Abelles en los campos de 4 Carreres. Debido a una operación de su entrenador Aitor Villuendas, David Giner «Chicha» estuvo a cargo del equipo para la cita.
Tras lograr hace unas semanas un fantástico resultado contra este mismo equipo, las expectativas eran altas y pese a tener dos o tres bajas, el equipo tenía que demostrar que no fue fruto de la suerte y ese gran partido tenía que repetirse.
El partido comenzó con rabia y finalizo con rabia, y esto es digno de admirar pues es un ejemplo de cómo salir a jugar al rugby. No rendirse, no bajar los brazos, no frustrarse. El equipo demostró tener orgullo, fuerza y valor para ir hacia delante tanto en defensa como en ataque, pero me gustaría añadir algo a esto; lo ideal es ir hacia delante en conjunto, y no individualmente. Un equipo de rugby son XV, XIII en esta categoría, y no uno por uno y corro porque me toca. Por supuesto que los entrenadores piden sobre todo ir hacia delante, pero más aun piden ir hacia delante y correr con sentido, y ese sentido es jugar en equipo. ¿Para qué sirve correr 20 metros sin apoyos, golpearse y perder el balón? ¿De qué sirve tener superioridad numérica, jugar rápido un ruck si la siguiente jugada es «Pim» «Pam» golpe que me doy y vuelvo al juego lento, o pierdo la posesión. Si el juego del equipo fuese este, esto mismo no se escribiría en una crónica, se felicitaría al equipo por su gran labor, pero sabemos que desde el principio se está trabajando el pase, la evasión y no el golpeo directo, la defensa y la superioridad en la línea. Durante el partido se vieron jugadas colectivas dignas de elogio, jugadas a la mano de una parte a otra del campo, e incluso vimos a los delanteros mover la pelota consiguiendo los huecos y la superioridad. Lo que hace fuerte a un equipo no es tener al jugador más grande de la categoría, sino tener los «cocos» más grandes de la categoría. Aunque parezca desde fuera que somos unos brutos (el rugby en general), en este deporte, si no piensas estas perdido, y yo creo que pensar y ser bruto no casan, pero si pensar y ser duro.
El partido finalizo con victoria, una victoria merecida pues supieron controlar al rival en defensa y la posesión fue muy superior. Una victoria que demuestra una clara superioridad en el conjunto, pese a ser demasiado dependientes en las individualidades de los jugadores. Individualidades que te pueden dar puntos en el marcador, pero si el partido se complica con una defensa rival dura, organizada y rápida, pueden convertirse en la derrota del equipo, en la frustración por no lograr cambiar la situación de un partido, no lograr superar la línea rival pues lo fácil es decir «toma, corre», y cuando llegamos a este punto, lo imposible es decir «Vamos a jugar todos juntos».
Para finalizar, añadir que estas palabras son solo pequeños empujones para que estos magníficos jugadores vayan mejorando cada día. En el rugby participamos todos y gracias a todos mejoramos tanto club, como jugadores y entrenadores, padres y amigos. No hay que olvidar que son niños pasándolo bien en el campo, divirtiéndose. Nunca hay que olvidar que la vida nos enseña lo que es perder y ganar en lo numérico, pero una victoria o una derrota se siente desde dentro, sabiendo que tu trabajo está bien hecho, sabiendo que lo has dado todo por ti y por los que te rodean. Solo así se gana.
Jugaron: Lluc, Juan, Fernando, Tirso, Javier y Piñeiro. (delanteros)
Iago, Alberto, Álvaro y Alex (centros), Iván y Joan (alas), Mario (15)
Suplentes: Nacho, Javier Matías y Bryan