CRONICA S8 VIAJE A MADRID

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Buenos días desde la mini maquinita de pergeñar crónicas (mi más sentido homenaje al gran maese Albert). Cuando el Alba aún seguía dormida, aguardando la hora de iniciar su jornada, un joven policía frotaba sus manos intentado calentar sus gélidos dedos, cuando divisó a lo lejos un veloz carruaje dirigiéndose hacia él.
– ¿Dónde va Usted tan rápido? preguntó enojado.
– Pregunte Usted a los de dentro, respondió el auriga.
El policía introdujo su cabeza en el carruaje y asombrado observó dos jovencísimos guerreros, vestidos con sus ropas de batalla, bucal en una mano, el oval en la otra. Le miraron contrariados y exclamaron:
-Nos dirigimos al combate AU AU AU ¡¡¡¡¡¡¡¡ respondieron ferozmente.

Así, poco a poco, conducidos por sus padres cual walkirias, los guerreros fueron llegando ante Odín, que los aguardaba para embarcar el drakar que debía conducirlos hacia el Valhalla. Tras la travesía llegó el momento del desembarco y rápidamente formaron dos escuadrones capitaneados por Patri y Sergio.

Sergio capitaneó a los más pequeños hacia el primer lance. Con gran ilusión iniciaron el partido, pero pronto advirtieron que la lucha era desigual…… Ay si hubiera estado un poco más atento en los entrenes pensaron!!!, y es que el formar una buena y amplia escalera, un primer pase rápido y preciso son fundamentales en el ataque….. , lo mismo que un buen muro en la defensa… pero a pesar de las adversidades las huestes de Sergio nunca se dieron por derrotadas, entregándose en una batalla sin cuartel…. El segundo partido llegó tan rápido como acabó el primero,… y el cansancio del madrugón y la larga travesía hicieron mella en su juego, pero no en su ánimo, que les dibujaba una permanente sonrisa de satisfacción por una hermosa jornada de rugby, donde destacó el compañerismo entre todos los equipos.

Casi al mismo tiempo, Patri dirigió a los suyos al primer partido, donde a la maquinaria de juego le costaba arrancar, pero una gran actitud les empujó hacia delante, plantando cara y tratando de tú a tú a todos los rivales que siguieron. A destacar la compenetración entre los equipos del Liceo y 4C que jugaban juntos por primera vez, haciendo que el verdadero ganador de la jornada fuera el rugby por encima de todo.

Tras la contienda Odín condujo a sus huestes al tradicional banquete que, como los celebrados por los irreductibles Galos en el pueblo de Axterix, se desarrolló entre risas, anécdotas y sonrisas.

Así que, ¡Fuerza y Honor!, ¡entrenad con ganas y ser fieles a vuestros amigos!

Crónica padre voluntario S8