Crónica S12

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UCV vs RCV S12

Entre Actitud y Aptitud tan solo dista una letra y sin embargo ambas se complementan a la perfección. Tras no haber podido entrenar como hubiéramos querido el viernes por una falta de actitud colectiva, el sábado se planteaba como una oportunidad fantástica para demostrar que como equipo son una piña y que las aptitudes están ahí para desarrollarse, en el plano individual y en el conjunto “shoulder to shoulder” como dirían los irlandeses.

El primero de los partidos que teníamos nos enfrentaba a un recién llegado la UCV, donde se está llevando una excelente labor de difusión del rugby desde las categorías más tempranas, un proceso que como bien sabemos es lento pero que ya está empezando a mostrar sus frutos. A nuestros chicos les dimos las consignas de rigor, el sanedrín de la temporada: placaje, presión, movimiento del balón, y salieron enchufados desde el primer minuto. Sin dar opción a que hubiera movimiento del balón en el equipo local, les agobiaron de tal forma que los primeros ensayos no tardaron en llegar, y por ende la misma desmotivación que tantas veces hemos sufrido en carne propia hizo mella en los chicos y chicas de la Católica. Al Valencia se le veía cómodo en el campo, bien organizado, abriendo balones y buscando los espacios para ganar metros. Hubo un par de ensayos de picardía sacando golpes rápidos, ante la atenta e inexperta mirada de los jugadores locales un tanto desconocedores del lance, nada que no nos haya pasado a nosotros en innumerables ocasiones. La primer a de las 3 partes finalizó con una abultada diferencia a nuestro favor en el marcador. En la segunda parte salió un equipo totalmente nuevo, dando refresco a los chicos que luego iban a enfrentarse al rocoso CAU.

Esta segunda parte empezó con unos jugadores adormecidos, ebrios de la diferencia de tantos que sus compañeros habían dejado de antemano. Sin placaje, con cero intenciones de detener al rival en su avance, sin apoyos en los avances y con carreras laterales cuando se tenía el balón, la UCV no tardó en crecerse y sus dos jugadores más destacados en envergadura y velocidad rápidamente encajaron los primeros ensayos a su favor. Esta vez, la balanza del desánimo se decantó hacia nuestros chicos. Lo que se veía en el campo hacía presagiar que el partido se tornaría una reconquista en toda regla para los locales, deshaciendo un trabajo previo del RCV que habían hecho sus compañeros del banquillo. Esta segunda parte finalizó sin que hubiera conato de luchar por el partido, con tan solo un par de nuestros jugadores Alex y Héctor Gallego que se estaban partiendo la pana de tal manera que acabaron uno lesionado y el otro exhausto en la banda. Hubo un tercer protagonista que estaba haciendo un trabajo silencioso, de los que parece que nadie ve, pero que sientan la base de cualquier victoria. Un S10 Hèctor, conocido por todos los S12 antaño como “botitas” y que se bautizó como “la roca” este fin de semana.

Tras el descanso y antes de enfilar la última y 3ra parte los entrenadores tan solo les dimos indicaciones breves sobre lo que estábamos viendo desde la banda. Una falta de actitud para la práctica del Rugby, que no de Aptitud; ésta la llevan todos y es decisión de cada uno sacarla a relucir, trabajarla o demostrarse así mismo que se tiene. Decidimos y así se lo hicimos saber, que los que allí estaban y que habían conseguido equilibrar el marcador más de lo deseado, debían sacar adelante el partido con la mejor y más efectivas de las herramientas: la Actitud. Tan solo ella les iba a sacar del atolladero en el que se habían metido por méritos propios, ante una UCV que evidentemente iba a sacar lo mejor de sí misma, crecidos por la remontada.

El tercero de los tiempos sin duda nos hizo vibrar a todos, entrenadores, jugadores y padres/madres que animaron desde la banda sin parar. Hubo un punto de inflexión, el citado Hèctor S10, además de asumir el rol de pilar en las melés por motu proprio, pescó un balón tras un placaje a escasos metros de nuestra zona de marca y empezó a avanzar metros esquivando jugadores y repiqueteando hasta que consiguieron detenerlo habiendo avanzado hasta el campo rival. La reacción del banquillo de nuestros S12 vitoreando la acción, aun le enchufó más en el partido, llegando a ensayar a los pocos minutos tras otra acción de picardía y entrando como cuchillo en la mantequilla de la defensa rival.
Ese fue sin duda el punto de inflexión, en el que sus compañeros de campo obtuvieron uno de los más valiosos aprendizajes del Rugby, en el que no es tanto la envergadura, la velocidad, las destrezas o la fuerza, si no la Actitud que cada uno imprime en lo que hace, un S10 les estaba empujando a empoderarse, a sentirse fuertes, grandes, hábiles y capaces de sacar adelante un partido que se les había puesto cuesta arriba. Y evidentemente así fue, todos y cada uno de los que allí estaban empezaron a detener a jugadores rivales placándoles, a pescar balones, a meterse por los resquicios que dejaba la UCV, a correr recto buscando la línea de ensayo que es a fin de cuentas de lo que va este deporte, de posar la pelota más allá de su línea y para ello el camino más corto siempre es la línea mas recta. Fueron unos minutos donde le dieron la vuelta de nuevo al marcador, donde en sus caras se dibujó la sonrisa de sentirse poderosos y capaces, con todas las aptitudes necesarias para disfrutar de este deporte activadas por su actitud frente a la adversidad. Se cohesionaron como conjunto, firmes ante las decisiones de sus compañeros, sin reproches, tan solo cada uno sacó lo mejor de sí mismo para activar al compañero que tenían al lado y se tornaron impenetrables. Dio gusto ver como volvieron a darle la vuelta al marcador con el trabajo en conjunto de todos, sin bajar los brazos ni un instante.

Sin duda para cualquier entrenador cuando un jugador de la edad que sea te dice que quiere jugar, lo último que tenemos que hacer es privarle de ese deseo, porque todos aprenden de la práctica y del desafío ante sus miedos e inseguridades. Hèctor “la roca” ha jugado con la mayoría de los S12 desde que tenía 4 años, entonces lo mismo se iba a la Vila y recogía florecillas del campo mientras su hermano y resto de jugadores se partían la pana; que se batía el cobre como uno más en Boadilla, el entonces “botitas” era arropado por todos, pero este sábado les devolvió a sus amiguetes y compañeros de su hermano el agradecimiento de no haberlo apartado por cuestiones de edad, peso, altura o fuerza, porque en el Rugby hay sitio para todos, tan solo debes salir al campo con ganas de jugar y de sacar lo mejor de uno mismo, el resto se practica, se repite, se aprende.

Al final la Actitud nos llevó a la Aptitud. Amunt Rugby Club València!

UCV 45 – RCV 65

#sumemtots