Estábamos citados a las 12:30 del mediodía, después de que el equipo verde hubiera hecho los deberes contra el CAU a primera hora de la mañana.
En esta ocasión, el combinado con el que nos enfrentamos, era el poderoso físicamente conjunto del Poli. Aunque no completaban un equipo d 11 y tuvimos que jugar a 9, los chicos del Poli bien pronto nos enseñaron sus armas y nos dimos cuenta de que el encuentro iba a ser un duro duelo.
Empezó el partido con un toma y daca en el que el empuje y mayor potencia física del rival se pudieron contrarrestar por una presión defensiva, que lejos de ser perfecta, pudo parar las acometidas rivales en la mayoría de los casos. Fue justamente en esas ocasiones en las que faltó la necesaria tensión y organización defensiva (objetivo básico que hay que lograr esta temporada), dónde el Poli vio las brechas para ir consiguiendo los primeros ensayos.
Lejos de amilanarnos, y aunque no soy mucho de personalizar de forma individual los méritos del conjunto, digna de mención fue la participación de un pletórico Vicente Ricós que se echó a la espalda al equipo, desdoblándose en el placaje y el contragolpe y contagió ese espíritu combativo a todos, lo que nos permitió estar con un marcador parejo en todo momento sin perderles la cara a estos titanes del Poli.
El partido parecía un combate entre dos púgiles que no iban a claudicar y que no hacían más que intercambiar directos a la mandíbula hasta que uno de los dos cayera a la lona.
No pasó tal cosa. Aguantaron como fieras todos los jugadores a pesar de ese enorme desgaste físico y los ensayos iban cayendo a favor de uno y otro equipo prácticamente hasta el final del encuentro. Este acabó con el último ensayo que conseguimos y que nos dejó a las puertas de unas tablas que bien se habían merecido nuestros chicos y que se quedó en un meritorio 8-7.
Sin embargo, y como les dije en el último descanso, no hay mayor victoria que la de saber que lo has dado todo en el campo, independientemente del resultado, y eso, desde luego que lo hicieron.
Sin duda nuestros chicos pueden estar orgullosos de la casta y ganas con las que jugaron.
Me quedo con la felicitación del árbitro por el arrojo de todos los jugadores y la calidad del encuentro que había tenido la suerte de dirigir.
Lo demás, simplemente, se consigue con más entrenamiento. Pero con estos mimbres vamos por buen camino.
Alineación:
Carlos de Ramón, Ximo López, Jaime Gelde, Roberto López, Vicente Ricós, Candela Cembrano, Manuel Garrido, Carlos Cámara, Luis Rullán, Clemente Marqués, Javier Pérez, Oscar Benedito, Nicola di Salvo.