Crónica M-8.13-04-013.

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Arde Puçol.

Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. El cielo está claro, sereno. El sol reluce tibio sobre los naranjales. El aire de la mañana huele a azahar. En la huerta resuena lejano el eco de una algarabía. Y en el verde tapiz del polideportivo de Puçol, muchos jugadores han ocupado ya su lugar para jugar al rugby.
Llegan por el camino los jabatos de la Vila y el RC Valencia, siempre alegres y juguetones. Se saludan contentos de reencontrarse tras el torneo de Boadilla. Sobre todo Jaume «el Malenet» y Alex Verde que han fraguado unos fuertes lazos de amistad.
¿Pero dónde van a jugar al rugby estos chicos? La ubicación del terreno de juego parece harto complicada. Se dialoga con los voluntariosos y esforzados organizadores de la UER de Moncada. Se mide, se opina, se busca. Y al final se monta un torneo de «Nano rugby», en el córner del campo de juego. Nueva modalidad inventada ante la contingencia y adversidad del momento: rugby a 5 en un palmo de terreno. A los jabatos no hay quien les pare están dispuestos a quemarlo todo.
Se reúnen, se preparan los equipos. Y enseguida, tras el pitido inicial de Pepe «Leches», toma Manel el balón y se va recto a desafiar a la defensa del RCV. Es Manel el referente de su equipo, como un pequeño gran segunda línea, arrastra a todos tras él con su fuerza y anchos hombros. Enfrente Ximo ha vuelto a demostrar su demoledora potencia arrollando jugadores y, lanzándose en la zona de marca como Moby Dick arrastrando al fondo del mar al capitán Achab.
A equipos pequeños en campo reducido, partidos cortos. Y cambios rápidos, salen: Alex, Gonzalo, Héctor «Taja», Pau y David. Enseguida Gonzalo muestra su repertorio de amagos y fintas, se escapa y ¡marca! Alex está muy atento a su amigo Jaume, un corajudo y veloz jugador como él, que además sabe leer la defensa, y elegir la mejor táctica. Ambos son casi siempre de los que más ensayos logran para su equipo.
Pero también hay que contar hoy con David, Pau y Héctor «Taja», están siempre presentes en lo más ardiente de la contienda, corriendo, pasando o recuperando balones.
A estos valientes les suceden en el terreno de juego: Axel, Gonzalo chico, Guillermo, Manu y Germán. A Guillermo se le queda hoy el campo pequeño, pero aún así lo intenta sin cesar, y ¡como defiende! Cuando atrapan el balón Axel y Manu corretean como enloquecidos. Y Gonzalo chico ha vuelto a ser ese valiente que se arranca del placaje, y acelera para marcar en la esquina. Sorprendente y listo Germán, que ha pescado una pelota para irse directo al ensayo, y aguantar la tarascada del defensor.
¡Magnífico chicos!
Al equipo blanco le sigue el verde. Aquí aparecen jugadores filigrana como Mario, que incluso en un campo tan pequeño es capaz de maravillar con sus quiebros y carreras eléctricas. Y que me dicen de Arnau, que cuando arremete con el balón bajo el brazo, rompe como una ola en la defensa contraria. Dinámico e incansable, a Asier se le queda hoy todo corto: balones, campo, adversarios, tiempo (sin olvidar a Héctor «el Botitas», tan alegre en el juego). Allí suben en presión como posesos Oscar y Héctor, su presencia amedrenta al contrario, lástima porque si pillan un buen balón… Y para parar a Diego y Kiko, dos estupendos jugadores de la Vila, siempre está preparado Luis, que como en este campo tan chico no encuentra la salida, ha jugado muy bien en equipo.
En su esquina los jabatos han puesto todo patas arriba, y esa zona es desde luego la más caliente del polideportivo. ¡Arde Puçol! Con este juego encendido, férvido.
Llega a su fin esta última jornada de les Trobades, y sin duda esta temporada la Vila-Joiosa se lleva el trofeo de campeón, por su buen juego, su entrega y noble participación. Gracias amigos de la Vila. Y hasta pronto.
¡Viva la Vila! ¡Viva el rugby! ¡Y a entrenar duro chicos!