Crónica jornada autonómica. 8-03-014.

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Y Rubén cogió su balón (una jornada superlativa).

Buenos días desde el ingenio de la historieta. Como Homero en la Ilíada, que cantó las memorables hazañas de Aquiles, tras su cólera, al pie de las murallas de Troya; el ingenio de la historieta ha dado rienda suelta a su imaginación para relatar el despertar de la «bestia». Pero primero vayamos, como siempre, con lo sustancial: la belleza que nace de la violencia.
En este sábado casi primaveral, la acogedora Vila-Joiosa nos daba la bienvenida. Y se dieron cita, para disfrutar de una estupenda jornada autonómica de rugby: Cullera, Denia-la Safor, Tavernes, les Abelles, R.C.V. Liceo francés Tecnidex, todos bajo el auspicio del club de rugby la Vila, en el campo del Pantano.
Los hermanos Gómez con los S-12, que como de costumbre rindieron a un excelente nivel, se unieron en la expedición a los S-10 de los «4 fantásticos», que de nuevo maravillaron con su juego electrizante.
En la primera apuesta toca el conocido y rocoso equipo de les Abelles, con el que hubo que pelear de lo lindo, para contener el juego contundente de sus eficientes jugadores. Y aunque los nuestros se emplearon con mucha intensidad, resulto difícil contener los furibundos ataques de las abejas del rugby.
Ante ello no quedo más remedio que recurrir a esos jugadores especiales que solo brillan en la oscuridad, y aquí apareció Luisón «fosforito» luchando incansablemente a pesar de lo duro del combate; y Mateo, que también brilla cuando nadie se apercibe, y sacrifica sus recursos atléticos en favor del equipo.
En estos casos tan delicados también podemos echar mano de los que brillan con luz propia como José María y Javi,» el niño del casco», que consiguieron con sus arriesgadas acometidas y su buen trabajo en defensa, tirar del equipo.
Otra pareja que reluce siempre con gran brillo son Mario y Gonzalo, que despliegan un asombroso juego, no por su fuerza, si no por su inteligencia, un recurso solo al alcance de los mejores.
Ahora toca el turno de los anfitriones de la Vila, los chicos de Kiko y Jaume. Que podemos decir de estos entrañables amigos del rugby, cada enfrentamiento es un gozoso canto al rugby: belleza, determinación, dinamismo, frescura física, en definitiva alegría de jugar. Dos que encajan muy bien en estos encuentros son Pablo y Sergio. El primero gusta con fruición de los espacios libres para correr como chico con zapatos nuevos; el segundo es un insaciable «flanker psicópata» que devuelve cada golpe con creces. Pero tampoco faltan los jugadores «épatants» como el sorprendente descubrimiento de esta temporada, Dany; y David que ha estado hoy valiente y fogoso, siempre en la brecha.
Otras dos joyas de la corona son Matheo, jugador imprescindible que lucha hasta la extenuación; y Vicente que, como esos galgos corredores que si no corren revientan, devora los huecos por donde escapar.
Los jugadores de la Vila tampoco se quedan atrás: Javi es un extraordinario corredor, pleno de recursos; Jaume el Malenet une a su ímpetu, un juego cada vez más clarividente; Manel sigue siendo ese jugador referente para sus compañeros, y Kiko y Jordi son el mejor ejemplo de juego solidario en un deporte como el rugby, donde la generosidad es señal de buen jugador.
Del excitante encuentro contra la Vila, al enfrentamiento con el Tavernes. Los tavernícolas, tan entusiastas como bisoños, gustan de jugar al «montonet», con lo que dejan mucho campo libre para jugadores emprendedores como Alex y Arnau, que pocas veces se les pilla en un renuncio, y siempre envidan a la grande.
A Hugo le gusta salir en tromba por el eje profundo del campo; Artur, sin embargo, busca ese pasillo por donde huir hacia el ensayo. Y Pau y Juancho lo que no alcanzan en centímetros, les sobra en astucia, y roban el balón con gran eficacia ante las narices del más grande.
Pero hoy, en medio de la encarnizada lucha, destaca por su atrevimiento y valor un jugador de rubia melena enmarañada. Mediado el partido se arranca de un agrupamiento, y escapa por el lado cerrado en una larga y desenfrenada carrera, perseguido por los desesperados defensores que en vano consiguen darle alcance. Y sin mirar hacia atrás, con el único objetivo como meta que la línea de marca, consigue el ensayo más deseado. Sus compañeros le vitorean, el público (su Papá y dos más) estallan en un clamor. Y aunque Rubén parece mudo, hoy al menos esbozó una sonrisa para todo el día, en esta mañana de rugby deslumbrante.
Finalizado el torneo disfrutamos en el tercer tiempo de la excelente gastronomía de la Vila.
Muchas gracias al C.R. la Vila, a sus jugadores, entrenadores, colaboradores y sobre todo a sus Papás. Hasta pronto Amigos.
Y si queréis jugar como nosotros, ya sabéis: ¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!

Este viernes entrenamos como siempre, el sábado no hay actividades. Os recordamos que el viernes como muy tarde cerramos la lista para el viaje a Sant Boi.¡Animaros!
Muchas gracias a todos por vuestra dedicación y colaboración. Atentamente entrenadores S-10.