El retorno de los duendes mágicos.
Buenos días desde el ingenio de la historieta. Amanece en el bosque encantado, la bruma se desliza entre los arbustos, los pajaritos se sacuden el rocío, y a los geniecillos, enanos y trasgos solo les preocupa que pueda pasar por encima de sus cabezas.
Y ese día diez animosos genios verdes se aventuran lejos del bosque, vagan sin sospechar los peligros que se ciernen sobre sus cabezas, solo observan temerosos el cielo gris, todo cubierto de nubes que no deja ver el sol, que tanto gusta a los espíritus libres del bosque.
Los genios llevan consigo uno de sus tesoros más preciado: el balón ovalado, objeto maravilloso, que otorga a su poseedor grandes poderes, pero que no puedo revelar pues la maldición del corredor caería sobre mí.
En lo alto de la colina se cruzan con el ogro bueno Vicente, amigo de los genios, y le invitan a jugar con ellos. Y cuando están en lo más divertido del juego aparecen unas enormes abejas que atraídas por el olor del balón, quieren arrebatárselo a los geniecillos.
Entonces una lucha por el oval mágico se entabla entre genios y abejas. Y cuanto más aguijonean las abejas más corren y saltan los genios. Javi, uno de los genios más intrépidos junto a Matheo, es capaz de desafiar el solo a todos los insectos voladores. Pero si se trata de poner orden en la pelea y a buen recaudo el balón ahí está Matheo. Manuel y Rubén se encargan de la tarea más dura impedir que las abejas se lleven el balón; mientras Quique y Artur se turnan a pie de campo en el trabajo más arduo, no perder el tesoro.
Las abejas siguen en la brega, y cuanto más pican más se enfurecen, Samuel e Ivanchut intentan escapar de la dolorosa picadura corriendo deprisa, pero más rápido todavía lo intenta Vicente atacando por las alas. Al final con el trabajo y el apoyo de todos, Sergio culmina los brillantes ataques de los genios maravillosos.
Y cuando más felices se las tenían, habiendo dado caza a las abejas, aparecen por sorpresa unas avispas orientales, con muy malas intenciones. Pero he aquí que de una cueva secreta surgen unos duendes blancos, conducidos por el mago Pepe, en ayuda de sus amigos los genios.
Las avispas son grandes y están furiosas. Mas por naturaleza estos duendes mágicos no temen ni al más feo de los trolls. Los primeros que se arman de valor para proteger el balón son Gonzalo y Mario, y de que manera: carreras vertiginosas, engaños miles y buenos arrestos en defensa. A ellos se unen Luís, Arnau y David implacables en el placaje y contundentes atacando al enemigo. Pau, Hugo y Juancho el temerario saltan sobre cualquier cosa que se mueva, sea balón o avispa, poseídos por un hechizo brujesco, ponen en fuga a las avispas despavoridas. Agazapados a la espera de su ocasión están Luisón y Héctor siempre atentos al balón. Aunque las avispas enfurecidas pican con saña, cuando más dura es la pelea, aparece Manu, con sus brillantes escapadas, para demostrar que este día es imparable.
Una vez recuperado el tesoro, los duendes mágicos se van a merendar. El sol ya brilla en lo alto, como signo de victoria, y los pequeños seres maravillosos regresan al bosque encantado felices y contentos.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!
Resultados: R.C.V. verde 6- les Abelles 6.
R.C.V. blanco 2- Tatami 8.
Jugaron. Verdes: Javi, Sergio, Matheo, Manuel, Rubén, Samuel, Quique, Artur, Ivanchut y Vicente. Blancos: Manu, Luisón, Luís, Arnau, Mario, Héctor, Pau, Juancho Gonzalo, Hugo Y David.
Ensayos. Verdes: Sergio -5, Vicente -1. Blancos: Mario-2.
Agradecemos la colaboración y el apoyo de nuestro estimado público. Entrenadores S-10.
