Crónica 7/8-04-2017. Alcobendas

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Jugar como Dios manda.

Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. Ya se han colado las luces de la tarde y antes de que aparezca por levante la primera luna llena de primavera, que anuncia días de silencio y recogimiento espiritual, de olor a incienso y a nardos, los jabatos revolotean alderedor del sargento Johnjo Rambo, sin sospechar que su camino por la selva vietnamita está cuajado de peligros. Johnjo va penosamente desbrozando la senda con su machete, el capitán Fernando “ojo de halcón” y el alférez Miguel Ángel ponen orden entre la canallesca; superdelegados Cuca y Santi se encargan de la logística, y Mr. Pierre cierra la expedición atento por si algún rezagado cae a manos de los “charlies”. El camino hacia el territorio libre del Foro se antoja largo y tortuoso, algunos padres desaparecen en combate. La luna plateada brilla en su cenit, soñada galleta de azúcar que se deshace en el corazón de los niños.
Otros cuerpos expedicionarios también se dirigen al Foro, son los benjamines de Iñigo el vascón y sus valedores Pepe Leches y Vicente Rick; los infantiles, que vuelan por libre hacia las Rozas con el jefe Liam y el dómine Antonio San. Pero los que no temen a los “charlies” ni a las alimañas tropicales son los pre- benjamines de Fran Troll, secundado por los cuates Mendoza y los comisionados Lucía y JR, que a través del Mekong sigilosamente arriban a la Casa de Campo. La verdad a mí eso del Vietcong y el corazón de las tinieblas me da un poco de cague, así que tome el bus de la línea 91 y llegué al albergue juvenil Richard Schirrmann sin novedad. Cena en comandita, algo de noche toledana, y al día siguiente todos (S-8-10-12) a Alcobendas a participar en el VI International Alcobendas rugby Fest, o sea otro torneo equinoccial a todo meter.
Polideportivo José Caballero más o menos nueve de la mañana, la marea verde se instala, con sus carpas estratégicas, envidia y admiración de los otros clubes participantes. Confieso que he venido a montar el pitote con los padres bullangueros que se apunten, pero en cuanto han empezado los primeros partidos, hemos caído víctimas del sortilegio del balón ovalado.
En su primer encuentro contra el Liceo Francés el RCV-B, pollitos y sin cambios, sufre en las aguas procelosas de las cargas, pero sin embargo lucha con vehemencia en defensa y brilla en la recuperación del balón, el equipo se ata los machos. Entre sus jugadores refulgen con esplendor el capitán Raúl “Rulo” y su fiel escudero en la batalla Fernando.
Al relevo el RCV-A, conjunto más avezado en la lucha pero también sin cambios, se lanza a bucear desde el principio en las aguas profundas e inciertas del ataque, aguas que pronto se tiñen de peligros rojos, carmesíes como la sangre fresca, aunque es sobre todo en una defensa heroica que se sustenta el éxito en la mayoría de los partidos.
Tras cada partido hay cantos de victoria, caen derrotados sucesivamente por la mínima: Hortaleza, Alcobendas, los holandeses del Haagshe, solo contra el Llanerense de Asturias se logra un triunfo más holgado con la participación de algún campeón del RCV-B. Y falta por supuesto lo mejor para el final.
Los muchachos del RCV-B tras probar el amargo sabor de la derrota, toman la delantera al Hortaleza con ensayos de Víctor “Sorpresa”, digno secuaz del espíritu de la golosina, del contumaz luchador Sergio por doble ocasión y de nuevo el capitán Rulo. En los dos partidos siguientes los nuestros dan lo mejor de sí mismos en valentía y pundonor contra dos duros rivales: VRAC y Alcobendas, arrancando en ambos partidos un meritorio empate. Ibu se alza febril en la punta de lanza y Héctor con Diego se erigen en el último valladar. Todo el equipo asalta con arrojo las murallas enemigas, y ya con el enemigo vencido Gael y María sueñan desde las decrépitas almenas con hacerlo tan bien como sus compañeros.
En este bonito día primaveral el torneo llega a su fin, y el RCV-A pelea por entrar entre los tres mejores. Su rival a la sazón es el Ciencias de Sevilla Cajasol, un conjunto que ha brillado por su buen juego durante todo el torneo.
Desde el inicio el Ciencias lanza duras cargas, a las que responden los nuestros con una buena defensa y replican con osadía a sus ataques. De tanto insistir el Ciencias rompe la línea de ventaja y alcanza la zona de marca. Pero los nuestros aunque solo son nueve parecen legión. Nacho suena alborozado la carga y lanza en ariete al rocoso Carlos Montañana; desde su colina Mateo dispara el ataque, igual pone en órbita mercurial al veloz Paul por la banda, como arroja al eje profundo al revolucionado David con su casco inglés. Se suceden las acometidas en campo contrario y pronto ponen cerco a la zona de marca de los sevillanos. Franki y Alex bregan como alegres posesos en la boca del infierno, de entre sus llamas ardientes surge Fran que emprende una descosida carrera para marcar el primer ensayo.
Como ya hemos apuntado antes, sobre todo es en una defensa heroica que se sustenta el resultado de los partidos; aquí centellea con luz propia un garante pleno de arrojo y determinación Iván, de su valeroso trabajo en la melé abierta rebotara el balón que Nacho en un reverso convertirá en ensayo. El Ciencias demasiado tarde intentara reaccionar, pero morderá el polvo con honor.
Con el estupendo refrigerio que nos prepararon los papás y el reparto de medallas concluye el torneo. Todos me hicieron caso y regresamos en autobús visionando teleflimes de dudosa clasificación.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!
P.S.: A Rambo, desaparecido en combate, se le ha visto en Pamplona apoyando como se merece a nuestro gran equipo femenino.
Gracias al Alcobendas rugby por su torneo de excelente organización, a todos los participantes y a todos ustedes que formáis parte de este club que se distingue ahí donde acude por su flair y buenas maneras. Buenas noches. Entrenadores S-10.