Crónica 5-12-015.

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Mi padre es un paquete (nuevos retazos del diario de Pepito).

Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas.
Cinco de diciembre de dos mil quince. Esta mañana hemos entrenado en el Liceo, y mi padre me ha acompañado, pero había algo sospechoso, iba vestido con ropa deportiva y llevaba sus viejas botas de jugar al rugby en la bolsa. No es la primera vez que veo a los padres hacer como que entrenan con el padre de Asier, pero hoy el asunto parece diferente, dicen que van a jugar contra nosotros.
En cuanto hemos llegado al Liceo nos hemos puesto a entrenar con Bruno y Albert, esta vez Fran junto con Sergio estaba con los más pequeños. Al cabo de un rato después de correr como locos y dar más pases que yo que sé, ya ha empezado Albert a decirnos que si no nos enteramos de nada, que si parecemos unos burros con balón y tal y cual, algunos incluso se han mirado la suela de las botas a ver si en vez de tacos tenían herraduras, que chalaos.
Pero después de beber agua han dicho que empezaba el partido, y como sospechaba jugamos contra los padres. Nos vamos a nuestro campo que señala el árbitro, y de repente vemos a los padres que se colocan en formación delante de nosotros, y al papá de Oscar dando voces. Y se ponen a bailar la haka, eso que hacen antes de los partidos los All Blacks, el mejor equipo del mundo. A nosotros nos ha dado la risa, pero de verdad que ha sido chulísimo, y lo han hecho muy bien, hemos aplaudido bien fuerte, y yo quería que lo repitieran.
El partido ha sido un poco desastre, nosotros éramos un montón y todos querían demostrar como corren de bien con el balón, y aunque Bruno y Fran ayudaron, tenían que insistir mucho para que pasáramos la bola y nos recolocáramos bien, sobre todo en ataque. Los padres son unos chupones, eso sí el papá de Iván corre mucho y la mamá de Ibu no dejaba pasar a nadie. A mí me daba un poco de miedo entrar en juego, porque vi salir a algunos rebotados e incluso volando por los aires. Y además de árbitro estaba Albert que no se enteraba de nada entre tanto jaleo (y luego él se queja en nuestros partidos del árbitro).
Al final, aunque no conseguí tocar la bola, me lo he pasado guay, y he descubierto que mi padre y el de Germán son unos paquetes.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!

Resultado: 8-2.
Jugaron: Papá de Oscar, papá de Germán, papá de Asier, papá de Iván, papá de Siro, papá de Lucas, papá de Leo, mamá de Ibu, papá de Rafeta y papá de Edu. Y un montón de niños.

Gracias Papá.