Calaveras, calabazas y balones.
Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. A pesar de que la argéntea diosa Selene ya se escondió en el horizonte, unas nubes cenicientas han ocultado el sol, y dan al paisaje aspecto sepia de foto en blanco y negro. El cielo plomizo refuerza el ambiente lúgubre y fantasmagórico que tanto gusta a las pequeñas bestias del RCV LF Tec, que ya abandonan sus guaridas para deleitarse con fruición con lo que más les gusta, jugar al rugby.
Por ahí vienen Siro e Iván, dos duendes de dientes afilados enemigos mortales de las hadas, que patean, por el camposanto de Cuatre Carreres, todo lo que encuentran a su paso calaveras, calabazas y balones. Marco, Luca Y Mael son unos loup-garous, más atentos a la caza del conejo que a la pelota saltarina. Entre el ejército de zombis andrajosos destacan tres con más peligro que un mono con pistolas: Oscar, Germán y Axel. Y por último aparecen volando tres muertos vivientes, tres vampiros sedientos de sangre fresca: Rodrigo, Rafa y Franky. Se regocijan las pequeñas fieras a la espera del partido, pero no saben que entre los Cullerots son legión los fantasmas espeluznantes y los diablos chalados, que siembran el pánico en cuanto pisan el césped.
Suena el pitido inicial como un alarido espectral, y los Cullerots se lanzan al ataque sin piedad. Las jóvenes bestias corren como posesas tras el balón, o ¿es que huyen despavoridos?, no se sabe, pero fantasmas y demonios corren a placer por el campo de juego. Pasada la primera parte los jugadores del RCV se quitan la caraja de encima y la presión de los Cullerots, y sobre todo la llegada de Mateo y Lucas, dos magos de ojos inyectados en sangre, supervivientes de la noche de Walpurguis, que no temen ni a brujas, ni a demonios, ni a fantasmas, anima el encuentro de aquella manera. Ante su empuje el equipo resiste e insiste a las puertas del ensayo. Tiene un nuevo aliento casi mortal, que huele a pan caliente, morcilla de cebolla y aloque. Rodrigo, Rafa y Franky atacan en vuelo rasante; Siro e Iván se tiran a morder a los tobillos; y asaltan el campo contrario como fieras posesas Luca, Marco y Mael. Los zombis Oscar, Germán y Axel rematan en el suelo a sus víctimas sin contemplaciones; mientras Lucas y Mateo asestan el golpe definitivo con sus artes mágicas, en un anárquico encuentro, que sobrecoge por su belleza nacida de la violencia y el desprecio de las normas. En la última parte del partido el gran Troll, mentor de las pequeñas bestias, los conjura para el asalto final, y ya nada se le resiste a este grupo de desalmados jugadores.
La magia del oval da paso, tras la tormenta, a la calma. Pero apenas dura un suspiro. Pues están esperando las abejas asesinas con su aguijón venenoso. Este equipo de monstruosos insectos es un duro y noble rival difícil de doblegar. Pero a la sombra alargada de los palos las pequeñas bestias del RCV han firmado un pacto satánico, con un puñado de golosinas que han conseguido en el truco y trato. A los ya conocidos monstruitos se unen en desbandada: dos ogros hambrientos Emi y Ximo; tres demonios eskeletor asesinos devoradores de balones Asier, Jorge y Carlos; dos simpáticos diablillos, familiares de Su Sulfurosa Majestad, David y Nacho, y Álvaro el chico-pantera amigo de los demonios licántropos.
De nuevo suena el silbato, con ecos de niebla y garras peludas. Y comienza la batalla más despiadada, el akellare más cruel, la ensalada de trompazos más furiosa, el delirio, el frenesí más aterrador que mortales hayan visto. En primera línea asustando con mucho flair Rodrigo, Rafa y Franky; les preceden Marco, Luca, Mael y Álvaro destilando un hedor silvestre a terruño y vísceras que pone los pelos de punta.
Y la fiesta horrorosa sigue, si las abejas pican con ganas, los zombis majaretas Axel, Germán y Oscar revientan el espacio con sus movimientos catalépticos. Si el partido se atasca aparecen dando frescas dentelladas Siro e Iván, y con amenazante parsimonia Emi y Ximo arrasan la línea de ventaja. No hay tregua ni descanso en este encuentro a vida o muerte, si los abejorros repican, las bestias enardecidas replican de lo lindo. Lucas y Mateo, untados con el ungüento mágico que crea ilusiones, con dos carreras desbaratan al contrario, y los demonios eskeletor Asier, Jorge y Carlos desafían a la física con sus salvajes eslaloms.
Al final todos ahítos de porrazos, zurriagazos, calabazadas, talegazos, sangre y balón van corriendo al tercer tiempo, hoy a base de sapos, culebras, erizos, zorros, butifarra, chorizo, callos, hierbas y raíces que tienen la virtud de trastornar y engañar a la imaginación.
A pesar del miedo lo hemos pasado en grande. Gracias a los árbitros cat-womans, a los horribles papás que tan bien animaron y nos prepararon el tercer tiempo. Gracias a nuestros contrincantes, hoy compañeros de juego, gracias al balón ovalado. Y ya sabes si quieres pasártelo de miedo, ¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!
Resultados: Cullera RC -12/ RCV LF Tec -9. Marcaron ensayos: Lucas, Mateo, Álvaro, David, Asier, Jorge y Nacho.
RCV LF Tec-5/les Abelles-6. Marcaron ensayos: Asier, Álvaro y Emi.
Entrenadores S-10.
