Empieza el espectáculo.
Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. A diferencia del teatro, de la sala de cine, en el terreno de juego la luz se enciende cuando comienza la obra, la película, en este caso el teleflim. Y de nuevo a primera hora en el carrusel del rugby -incierto carrusel, como el incierto señor don Hamlet- empieza el espectáculo.
Nos enfrentamos al equipo naranja de les Abelles, que importa el color si estos chicos siempre llevan la cartera del cole forrada de golpes. A pesar de un calentamiento animado por Iñigo y Fran, cuesta abrir la lata del juego y quebrar la buena defensa de les Abelles.
Pero ya toma Diego el balón bajo el brazo y emprende la huida a grandes zancadas, sabe que hay que jugar en equipo y busca un compañero, encuentra a Mateo que tiene a David en apoyo meritorio, pero piensa que si se la pasa se acabó tocar la bola; así que se la guarda y lo tiran al suelo, hay que pelear por recuperar la pelota. Isma y Sergio son los primeros en llegar, mueven un poco los muebles y encuentran polvos de gas, mira qué bien sirven para limpiar. A su hora Franki abre presto, esta vez sí pasa a David, que escapa solo contra todos.
Esta mañana los jugadores tienen pies de sarraceno. ¿Por qué no pasan el balón? Si en cuanto toma el vuelo hacia lo ancho los corazones se alegran. Incrédulo tengo una crisis de fe, pero nunca hay que perder la confianza en estos chicos.
Octavio y Héctor, aunque suelen tropezar dos veces con la misma piedra, consiguen dar algún pase a tiempo; llega la pelota a Ricardo que es muy sensato y se apoya en Alex para seguir el juego, su intento de fuga es trabado, pero recupera Carlitos el balón y advierte a Paul en la banda derecha, le lanza la pelota, y Paul quemando la línea blanca desborda la defensa, cuando planta el balón en la zona de marca oye coros celestiales entonar dulces canciones.
A pesar de haber abusado un poco del rugby chicle, el partido acaba muy bien. Pasillo, damos las gracias al referee y foto con dab incluido.
A mediodía los siguientes partidos, y los jugadores ya calientan con los hermanos Mendoza, Marcos y Alberto, hermosos ejemplares de jugadores con testiculamen y estupendos entrenadores. A sus órdenes un grupo de jugadores fulleros donde sobresalen especímenes que corren a la misma velocidad que crece la hierba del terreno de juego, que brillan en la oscuridad y no se sonrojan cuando su idilio con el balón sale rana. ¡Menudo equipo! Lástima que Montcada haya venido en cuadro, pero no importa se preparan dos equipos mezclados y a jugar. María tiene nuevas compañeras ya que de l’Horta Nort se han unido un par de chicas guapas. Leo tiene muchas ganas de demostrar todo lo que ha aprendido en los entrenes, en el barullo del juego busca salida y si no la encuentra, siempre hay un compañero como Edu que está para todas las ocasiones. Hábil y despierto como Leo es Eric, han venido sus abuelos Jaume y Gloria a verle y tiene ganas de correr; Eric se entiende bien con el animoso Marc, hermano de Lluc al que a veces le cuesta arrancar la motocicleta.
En el campo contiguo hay partido contra les Abelles negro, aquí si golpeas ganas, la belleza nace de la violencia. Es les Abelles un equipo correoso y tenaz, que parece quisiera dirimir las diferencias del partido en la montonera de la melé abierta o el empuje del maul; en estos encuentros hay que utilizar toda la energía para sobrevivir en el fondo de la melé desordenada.
Así que siempre hay que pelear duro contra ellos, pero para eso está Carlos Montañana punta de lanza en la lucha cuerpo a cuerpo; y el cabestrante Jorge que juega con el morro torcido, o Fernando que esta mañana tenía arrugada la funda de los cataplines antes de saltar al campo.
Mientras tanto en el campo de al lado parece que juegan al gato y al ratón, incluso a veces se oyen las voces del ¡churro va!, churro, media manga, mangotero, dime lo que hay en el mortero. Claro, está Pablo haciendo de las suyas, que tiene a bien jugar la partida con Gael y Juan, aunque más de una vez los ha sorprendido en la parra. Pau, balón en mano, pasea su esbelta figura y su tierna sonrisa, y Paul se apunta de nuevo.
El árbitro señala la última jugada del partido, toma el balón Pepito y de repente solo le ve los calcetines al árbitro y el careto de un troll que le habla pero no entiende nada, el campo se hace pequeño sus límites se difuminan, luego la noche, la cámara oscura. Más tarde en el vestuario Pepito confiesa que ha visto a una hermosa señora que le sonreía. Albert le cuenta que es la Diosa de piedra y que ha tenido sueños de K.O. Pero debía de ser el rostro amable de Patri. Todavía resuena en su cabeza la voz de su entrenador: ¡Corre, corre pequeño todo el estadio te espía!
Y en el partido con les Abelles, en cuanto Nacho es capaz de mover el balón con rapidez y alejarlo de los puntos calientes, hay buenos corredores como Marco, Vicent y Manu que pueden romper la defensa en cualquier momento. Y por supuesto están Raúl y Carlos Borso di Carminati que juegan con fuegos de artificio; o Álvaro que cuando corre suena el jazz entre el gas y el rugby. Adictos al rugby chicle tenemos a Víctor sorpresa e Ibu, los mejores representantes de la categoría peso lástima; y de nuevo repite con brillo Ricardo.
Al final buen resultado, a pesar de que hubo algo de lío con las normas que bailaban. Aplausos y gritos en el pasillo, agradecemos todos, la labor del árbitro y nos vamos al tercer tiempo.
Hoy estos chicos nos han ayudado a levantar el día, mañana contaré vuestros partidos donde caben todos los sueños del mundo.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!
Resultados. Les Abelles naranja 2-RCV verde 9: Ricardo, Sergio (3), Diego, Isma (1), Franki, Paul (2), David, Octavio, Mateo (1), Carlitos (1), Héctor (1) y Alex.
RCV naranja 14- les Abelles negro 1: Vicent, Marco, Fernando, Carlos Montañana (3), Jorge, Manu, Raúl (2), Víctor, Carlos Borso di Carminati (1), Nacho (3), Álvaro (3), Ibu (2) y Ricardo.
RCV blanco 6- UER Montcada 2: María, Leo, Pau, Edu, Gael, Eric, Juan, Marc, Lluc, Pablo y Paul.
Gracias a todos. Entrenadores S-10.