Crónica 15-02-014.

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Instrucciones para jugar al rugby.

Buenos días desde el ingenio de la historieta. Lo más importante es que bajo ningún concepto le digáis a vuestra mamá que jugáis al rugby, pues os dirá: ¡estás loco, te van a matar o solo dices tonterías!; tu papá pensará lo mismo aunque no te diga nada. En tal caso inventaros cualquier excusa como: me voy a estudiar a casa de Pepito (sin libros, en pantalón corto y con casco, es un poco sospechoso, pero las mamás son tan buenas que transigen con todo); voy a ver a mi novia aunque no tengáis edad todavía, o me voy a tomar unas cervezas con los amigos (bueno eso si tu papá te deja cuando seas mayor). Tampoco se lo confeséis a vuestra chica, a no ser que sea la hija del entrenador, si no queréis que, pasados los primeros días de dulce pasión, tengáis que soportar desde la banda gritos como: ¡Pisadle la cabeza al 15!
En cuanto al juego es principal correr con la pelota bien fuerte entre las manos como lo hacen Daniel, Vicente o Pablo; pasar el balón al compañero para avanzar como Mario, Gonzalo, o David Marco; Y placar como si en ello os fuera la vida al mejor estilo de Matheo, Javi o Juancho. A todo esto es imprescindible añadirle una buena dosis de coraje y valor, y yo diría más bien (si mi mamá no me lo hubiera prohibido decir aquí) echarle co… como Carlos, Héctor o Luisón. Para la práctica del rugby es importante usar un elegante atuendo, como lucen Pau, Artur o Ivanchut. No hace falta llevar corbata, ni las botas brillantes, pero sí hay que ir bien peinado como van Sergio, Sebas o David Meis, llevar las calzas hasta justo por debajo de la rodilla, el pantalón bien planchado y los calzoncillos limpios. Así como lavarse los dientes, comer todo lo que nos ponen en el plato y hacer los deberes antes de ir a entrenar como hacen Arnau, Hugo y Mateo.
Y sobre todo para jugar bien al rugby hay que ser solidario, generoso, respetuoso, guapo, metro noventa, ojos verdes, 100 kilos, hablar inglés y francés, y lo más importante: ayudarse mutuamente, como hacen los chicos del S-10 del RCV Liceo Francés Tecnidex.
Y última e importantísima instrucción, bajo ningún pretexto os tiréis un pedo en la melé (aunque el maestro socarrón Quevedo diga que: «Lo del pedo…de suyo es cosa alegre, pues donde quiera que se suelta anda la risa y la chacota y se hunde la casa, poniendo los inocentes sus manos en figura de arrancarse las narices, y mirándose unos a otros, como matachines»).
Recordad que jugamos al rugby porque es muy divertido, y hacemos buenos amigos.

El sábado 15 de febrero era un día perfecto para jugar en nuestro terreno de recreo del Liceo. Primero nuestros veintiún (número fetiche en nuestro particular rugby) amigos, pusieron en práctica las enseñanzas del squad system con un partido entre buenos y mejores, esperando la llegada de los jugadores del CAU y el árbitro. En vano esperamos (y yo desesperaba), el árbitro no llegaba, mejor dicho llegó demasiado tarde, y los jugadores del CAU, pasado el tiempo prudencial de espera solo contaban con seis valientes elementos. Entonces decidimos, en un acuerdo entre caballeros, como suele ser preceptivo en el juego del oval, jugar un partido. Árbitro de la casa, y tres solidarios jugadores como Matheo, Sergio y Artur, que pasaron a formar parte del equipo contrario, fue suficiente para montar el partido. La presencia de nuestros amigos en el equipo del CAU, era una amenaza constante: Matheo, una máquina en defensa, abortaba con destreza suma nuestros ataques, Sergio fabricaba y culminaba él solo un ensayo tras otro, y Artur con buen estilo colaboraba a que el CAU no perdiera ningún balón.
Pero ante este contratiempo se aplicó un juego a la mano, digno del mejor mago. Se encadenaron los pases de manera vertiginosa, y si la jugada no hallaba salida por las bandas, de nuevo pase al interior y a seguir jugando. El juego no tiene descanso, la recuperación del balón es rápida y efectiva, y se suceden las buenas penetraciones en el eje, con las carreras evasivas y fugaces.
Daniel, que está especialmente activo, ataca el hueco y antes de que le bloqueen el balón busca el pase, y encuentra a Luisón que rápidamente le da continuidad. Hugo entra al relevo y va en tromba, a la recuperación presto y listo Carlos; luego Héctor, aún algo dubitativo, avanza y pasa, el balón llega a Arnau decidido hoy a no perder su oportunidad; Gonzalo en perfecto apoyo da salida a la pelota para su amigo Mario, que ya busca la línea de touche, Matheo le cierra el paso y vuelve el balón hacia dentro, y continua el juego. Sebas, junto a Mateo, emulan a sus compañeros en el arte del pase, de maravilla. Pau no pierde ocasión, y aunque Artur quiere quitarle la pelota, se defiende y pasa a Vicente que arranca con fuerza, hasta que topa con Sergio, busca apoyo y encuentra a David Meis, que sin pensárselo dos veces penetra entre varios contrarios, le placan libera el balón a la perfección, y allí está David Marco con sus filigranas que tanto gustan al público. Ivanchut se atreve con buenas y veloces carreras, y busca a Javi o Pablo que saben darle al balón un trato exquisito, entre los dos lo llevan con pericia hacia la zona de marca, cuando en el último momento, salvando con astucia la defensa, Juancho toma el balón y logra el ensayo. Resulta difícil ver una jugada en la que participen todos los jugadores, pero desde luego son las mejores. Como los terceros tiempos de nuestros estupendos papás.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!