Crónica 12-03-016.

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Varia fortuna de un balón llamado culo.

Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas.

Capítulo I. Donde se relata con harto detalle las incidencias del calentamiento.
En el prado de Cuatre Carreres habían acomodado los mayorales un campo de juego para la grey retozona, donde acudían los traviesos juguetones como moscas a la mierda. Nada mejor para calentar que un balón de proporciones ovoides, pues posee gran atractivo para estos jóvenes jugadores de fortuna, que en cuanto ven uno se abalanzan sobre él y pelean por agarrarlo y arrearle algún puntapié con más o menos decoro.
David, Rafeta y Rodrigo, junto a Marco Disanto y Fran ya se agrupan en montonet y porfían por la pelota. En cuanto acuden en número el resto de jugadores, los pastores azuzan al ganado que recorre el campo de juego de arriba abajo pasándose el balón en aparente alboroto. Unos gritan pidiendo la pelota, otros persiguen al portador de la misma, y suelen haber tropiezos, empujones y encontronazos diversos, y algunos acaban con el culo a rastras. A Germán, Axel, Oscar y Luca les gusta cuidar la retaguardia mientras charlan de sus cosas; a Álvaro y Asier siempre se les ve en cabeza reclamando el balón; Iván y Pablo Bou les secundan en el alineamiento; Franky y Nacho aparecen sin hacer ruido por la banda; Emi se queja de que no le pasan, e Iván Juan a la espera se cala el casco. Ya están todos bien calientes pronto empieza el primer encuentro, el árbitro se acerca para informar de las normas a cumplir.

Capítulo II. De cómo Iván Bou alcanzo un zurullo en pleno vuelo, y lo que luego aconteció.
Tras el pitido inicial, los jugadores parecen concentrados, siempre hay alguno en punta de lanza presionando al contrario, y forzando la falta o el error técnico. Y a la primera de cambio el Tatami se siente acorralado, envían un pase mierdoso a no se sabe quién; Iván febril, pero atento, atrapa ese malogrado pase, que en vez de salir de las manos del jugador del Tatami parece que le haya salido por el culo. Corre, corre nuestro joven tres cuartos y desborda por la banda hasta lograr el primer ensayo.

Capítulo III. Donde se cuenta que Marco Disanto y Luca oían voces interiores que les decían cosas muy raras.
Marco y Luca estaban dispuestos a no perder su oportunidad. No pensaban dejar pasar a ningún contrario, por muy gordo o rápido que fuese; y no dejarían escapar ningún balón franco para jugar. Tan concentrados estaban en su cometido, que solo oían su voz interior que les requería. ¡Chico a por ellos! Pégale un placaje ponlo patas arriba, desmóntalo que se trague el bucal, si rueda por el suelo pasa por encima que sienta los tacos, róbale el balón, no se lo pases a nadie, entra de cabeza, y si alguien te lo quiere quitar patéale el culo. ¡A por ellos! Pero menos mal que no hicieron caso a las palabras del Maligno, y jugaron como Dios manda.

Capítulo IV. De cómo Axel le echó un capote a Germán.
Las jugadas primorosas se enlazaban sin descanso y los ensayos iban cayendo al cesto. David negocia un buen balón para Nacho que encuentra a Germán en buena disposición, y este emprende el ataque zafándose con soltura del primer defensor pero pronto se ve rodeado de contrarios que le amenazan con robarle el balón o aún peor derribarlo a tierra. Ante el peligro se gira hacia su campo y busca un pase de protección. Ya le zarandean de la camiseta, Germán aprieta el culo, cuando de repente como paladín salvador aparece al rescate Axel, que lanzado en ataque recibe el pase de Germán, librándose este del golpe definitivo. Axel sin perder su aceleración con dos buenos movimientos de cadera deja clavada a la defensa y marca. Germán está contento él dio el pase decisivo.

Capítulo V. Del grande susto que se llevaron los del Tatami cuando saltaron sobre la pelota Rafeta e Iván Juan.
¡Ay que hostia me he llevao! Se quejaba el delantero llevándose las manos a la cabeza. Cuando el jugador es placado va al suelo, y para recuperar el balón hay disputa, se forma la melé abierta o espontánea, a ojos del profano: apiñamiento, burujo, hacinamiento, pilada, un tropel de piernas y brazos; donde a veces los jugadores se olvidan del balón y se dedican a patear algún culo despistado.
En la banda se oye a los pastores dar órdenes: ¡Limpia, limpia! Como si alguno se hubiera cagado y hay que recoger la morcilla. En este cometido en el Tatami hay jugadores de anchos hombros y decididos que prestan buen servicio a su equipo. Pero en uno de estos lances cuando ya se las tenían todas consigo, y acudían a por la pelota, se vieron sorprendidos, y acabaron con el culo por tierra, arrollados por dos bestias: Iván Juan y Rafeta que son especialistas en entrar a la pelea sin contemplaciones y con determinación, consiguiendo el balón para su equipo en muchas ocasiones.

Capítulo VI. De la buena aparición de Isma que todos saludaron.
El jefe Fran autoriza el cambio de equipo, Isma se pasa a los S-10, con los suyos hace desmanes, aquí es bienvenido. Con sus guantes de púgil encajador, ya está dispuesto a mojarse el culo. Y de qué manera. En cuanto sale al campo es el primero en subir en presión, placa e intenta robar el balón. En ataque es directo, busca el eje profundo del campo en penetración y no pierde la pelota. Un pequeño Big man, cuyo juego es saludado desde la banda por sus compañeros, y que consiguió el premio del ensayo.

Capítulo VII. Donde se prosiguen los hechos que acontecen en el partido.
Ahí va David representante en Valencia de su Graciosa Majestad. Las jugadas meritorias y los ensayos de bella factura se suceden, pero para lograr el aplauso del público, los hay como David que han luchado con esfuerzo y denuedo, han bajado a la mina del ruck, se han aferrado al pantalón del contrario hasta sacarle la raja del culo, o ha peleado por el balón en la misma boca del infierno. Y muchas veces sufriendo los golpes más duros y los reveses más amargos, para que la medalla de papel se la cuelgue otro. Todas estas cosas ha sido capaz de hacer David, y otros muchos de sus compañeros.

Capítulo. VIII. De cuando uno del CAU se tiró un pedo en la melé.
La sesión matutina de rugby sigue, y ahora toca enfrentarse al CAU. Como viene siendo habitual esta mañana el RCV LF Tec sigue presionando con firmeza; el contrario yerra, y el árbitro se cobra melé. Allí acuden Emi y Rodrigo, dos buenos ejemplares de delanteros grandes y fuertes, se les une el joven Sergio como talonador, otro valiente S-8. Se engarzan las cabezas y Nacho introduce el balón, pero antes de que sea talonado, todo el mundo queda en silencio como presagiando algún acontecimiento. Y he aquí que a uno le atronan las tripas y el culo se hace eco. Todos señalan al talonador del CAU, pues el resto han puesto sus manos en figura de arrancarse las narices, y mirándose unos a otros como matachines. Ante tanto desconcierto aprovecha Nacho para escapar al ensayo, antes de que se recuperen de la risa sus amigos compinches.

Capítulo IX. De la primera vez que Álvaro y Asier unen sus fuerzas, y de lo bien que resulta.
Álvaro y Asier, Asier y Álvaro son nuestros campeones capaces de frenar al contrario más atrevido, o de iniciar un ataque fulgurante en menos que canta un gallo. Fabrican ensayos imposibles y descabezan ataques contrarios al rojo vivo. Pero lo mejor es cuando unen sus fuerzas y nacen jugadas que parecen que parten del otro lado del mundo. En sucesivos intentos plenos de energía y determinación Asier lanza el ataque; al relevo enlazando las fases de juego con certeros pases y brillantes pasos de baile Álvaro, y ambos con su estilo propio finalizando las jugadas en ensayo. Álvaro corriendo como Michael Duane Johnson, Asier saltando sobre la presa al menor descuido. Dese luego estos chicos no juegan con el culo.

Capítulo X. De la fantástica aventura en las nubes.
En una de sus locas carreras por el campo Pablo se dio de bruces con una planta de judías, pero no se desvió de su camino y trepó por ella. Al subir se le cayó el balón, pero siguió por curiosidad, alcanzó las nubes y allí se encontró a Franky, Oscar y Fran, que llevaban un buen rato observando el planeta.
¡Cuidado Pablo!, le advierten sus amigos, están los gigantes por todas partes.
¿Y qué hacen?
Pues jugar al rugby en calzoncillos.
¿Y por qué no les robamos el balón? Pablo veía doble provecho: reírse de los gigantes, y quedarse con su pelota mágica.
Vale, dice Fran, Pablo y Oscar escapáis corriendo que os persigan los gigantes, mientras Franky y yo les quitamos la bola. Dicho y Hecho, estos gigantes son tan lentos que si van a cazar caracoles se les escapan. Antes de que lleguen con el botín a tierra, Rodrigo y Emi, alertados del peligro, ya empiezan a cortar la planta con sus hachas, al final los gigantes solo pueden asomar sus feas jetas que parecen culos entre las nubes. Pero no solo se han apropiado del balón mágico, Franky lleva una gallina bajo el brazo y Oscar un harpa melodiosa.

Capítulo IX y final. Donde alguno sale con el culo escaldado.
Llegan los últimos compases del partido, y estén cualesquiera los jugadores del RCV LF Tec en el terreno de juego, los ensayos caen casi todos del mismo lado. Los del CAU se quejan de su suerte, y más de uno se echa las manos al culo como si el toro le hubiera rasgado el ojo del mismo. Hartos de verse azotados piden clemencia al árbitro, y este suspende el encuentro. ¡A tomar por el culo! Y Todos pierden el culo por llegar el primero al tercer tiempo.
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!

Jugaron: David, Axel, Iván Juan, Emi, Rodrigo, Isma, Iván Bou, Germán, Fran, Luca, Franky, Nacho, Álvaro, Asier, Marco Disanto, Pablo, Sergio, Rafeta, Oscar.
Resultados: RCV LF Tec 23-Tatami 2. Ensayos: Iván Bou (2), Asier (5), Nacho (5), Rodrigo (2), Axel (2), Álvaro (1), Pablo (2), Emi (3), Isma (1).
RCV LF Tec 18-CAU 3. Ensayos: Asier (5), Iván Bou (4), Álvaro (3), Pablo (3), Sergio (1), Emi (1), Oscar (1).
Muchas gracias a todos, y que paséis unas buenas fiestas. Entrenadores S-