HONROSA DERROTA ANTE EL LÍDER (11-17)
La derrota fue honrosa. Porque la victoria estuvo cerca. Se jugó un partido de poder a poder ante el Hospitalet, líder intratable de la categoría, en un choque intenso y que siempre estuvo muy abierto. Faltó acierto en la veintidós contraria para llevarse el triunfo después de ochenta minutos de pelea por conquistar el terreno metro a metro. Los pequeños detalles fueron los que decantaron el partido hacia el lado visitante, pero las sensaciones que dejó el equipo fueron buenas. La afición se mostró satisfecha con los suyos. «¡Vamos Valencia!», gritó. Y eso es muy importante.
Los diez primeros minutos de los nuestros fueron muy buenos. Se jugó en campo contrario y se disfrutaron de ocasiones para adelantarse en el marcador. Pero faltó acierto en el último pase. Un «uy» de lástima que resonó con fuerza. Sin embargo, el Hospitalet penalizó en exceso con lo justo al adelantarse en el marcador con un ensayo en su primera oportunidad clara de peligro (0-5; M. 15). El Hpsitalet evidenciaba ser un conjunto compacto y compenetrado que sabía muy bien a lo que jugaba. Lo demostró el cuadro catalán cuando volvió a ensayar (0-14; M. 28) en otra acción colectiva. Sin embargo, no todo estaba escrito. un golpe de castigo que transformó Alberto Vidal (3-14; M. 30) y un ensayo espectacular de Nico Anglés en la esquina (8-14; M. 38), dejaron las espadas en todo lo alto al descanso.
Se había tirado de casta y orgullo en la recta final del primer tiempo y en esa misma línea se presentó nuestro equipo en la reanudación. Sobre todo porque Vidal transformó un nuevo golpe que dejaba muy abierto el encuentro (11-14; M. 52) y porque las sensaciones en la grada eran positivas. El Hospitalet estiró de nuevo el electrónico de Quatre Carreres con un golpe de castigo (11-17; M. 60), pero quedaban veinte minutos para voltear el marcador. De hecho, se intentó. Y se estuvo muy cerca. El oval llegó a la veintidós contraria y la «touche» parecía la mejor opción para entrar. Hospitalet insistió en reiterados golpes para evitar la marca local y ahí murió el partido. Cerca de la línea de cal rival. Fue una dececpión no ensayar, es cierto, pero el partido fue una invitación al optimismo de cara al choque de la próxima semana en Calviá.