UN PARTIDO PARA OLVIDAR (49-0)
El partido ante el San Cugat es de esos que a los que llaman «para olvidar». La derrota fue contundente. No hay nada que objetar. El resultado final que reflejaba el electrónico de La Guinardera, así lo evidencia. Llegaba nuestro equipo con una buena dinámica de victorias a esta sexta jornada, y se afrontaba el partido como si fuera un derbi, pero quedó demostrado que en DHB no te puedes relajar ni dormir en ningún momento y menos ante rivales que andan parejos en la tabla. Los errores y la falta de concentración en algunas fases del choque se pagan muy caros. Y eso sucedió.
El San Cugat venció porque fue mejor. Porque dominó el partido desde su inicio y se impuso en todas las facetas del juego. Cuatro ensayos en contra en la primera parte, y tres más en la segunda, es demasiado correctivo. Nuestro equipo tuvo la opción de adelantarse en el marcador merced a un golpe de castigo a favor al inicio del choque. Pero el oval no entró. Y se torció el gesto. Desde ese momento, el partido se giró en contra. Una buena defensa del San Cugat, un ritmo alto de juego del rival, y nuestros fallos sobre el verde nos fueron penalizando en exceso. Al descanso ya se llegó con ventaja local 28-0 y la sensación de que la cosa no pintaba nada bien.
En la segunda parte quedaba la esperanza de, al menos, engancharse al partido. Lograr ensayar y no volverse de vacío a València. Pero pese a los intentos de llegar a campo contrario, el San Cugat tampoco aflojó. Nuestro equipo estaba sobrepasado. Y los ensayos en contra continuaron cayendo con cuentagotas. Tres más con su posterior conversión para dejar el marcador final en un duro 49-0. De derrotas como ésta, hay que aprender. Y de peores hemos salido. No queda otra que aprovechar el parón para tomar conciencia de lo que nos espera en los próximos partidos, y entrenar a tope para no perderte la cara a la Liga.
