POCO SE CAMBIA EN QUINCE DÍAS (44-5)
Lo peculiar de este calendario de la Liga de la COVID, por denominarlo de alguna manera, nos obligó a volver a jugar ante el Fénix en Zaragoza apenas quince días después de hacerlo en Quatre Carreres. Ambos encuentros fueron muy similares. Lo mismo que el marcador. En Zaragoza, derrota 44-5 tras un choque muy similar al que vimos en València. Es decir, superioridad manifiesta del Fénix durante la práctica totalidad del partido.
Es cierto que nuestro equipo realizó unos primeros veinte minutos bastante buenos, en los que se jugó en campo contrario, pero no se tuvo acierto en los metros finales para hacer daño al rival. Se pudo ensayar, se pudieron sumar puntos merced a un golpe de castigo fallado, pero el Fénix con muy poco nos hacía mucho daño. De hecho, y después del primer ensayo local y de estos minutos de pugna, los locales comenzaron a sumar en el marcador exhibiendo todo su potencial. Al descanso se llegaría con un 22-0 revelador.
Comenzó la segunda mitad con un ensayo de Diego Sánchez (22-5) que nos invitaba a cierto optimismo. O, al menos, a celebrar la marca. Un ensayo muy nuestro. Pero cualquier otro tipo de ilusión era una quimera. Porque el Fénix volvió a poner la máquina en funcionamiento y a sumar de a siete sin que hubiera ningún tipo de opciones. Ni siquiera se pudo maquillar el marcador. El 44-5 es sintomático. Como ya he dicho, muy similar al de hace quince días en València.
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