Crónica Jornada autonómica en Cullera.23-11-013

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En el país de los Cullerots.

Buenos días desde el ingenio de la historieta. Pasarlo bien, divertirnos, correr, jugar, era probablemente lo que esperábamos esta mañana en Cullera. Pero sin embargo lo que más nos ha gustado ha sido reencontrarnos con nuestros buenos amigos de la Vila.
Es sin duda esta sincera amistad y aprecio mutuo, que se ha forjado a lo largo de nuestros encuentros y visitas, que vale tanto o más que la alegría que sentimos al jugar al rugby.
Siempre es reconfortante la sensación que produce compartir unos momentos de juego, ilusión y fiesta con la buena gente a la que con el tiempo has tomado apego. Es desde luego por encima de tantas cosas buenas que nos aporta el rugby, quizá la más importante y duradera en la vida: los lazos de amistad desinteresada y cordial que surgen al compartir un balón, un espacio para correr y unos golpes que devolver.
Este feliz reencuentro ocurrió esta fría mañana de noviembre en el polideportivo de la Partideta en Cullera: el país de los Cullerots, lugar de longeva y arraigada tradición oval, en la Comunidad Valenciana.
Chicos llegados de Tavernes, Alzira, La Vila-Joiosa, Valencia y los anfitriones de Cullera se dieron cita en el terreno de juego, para disputar un estupendo torneo de rugby.
Se fijan el orden de partidos y las normas, y ¡a jugar! Ahí está el equipo de Tavernes particularmente indisciplinado y crecido en tamaño, o Alzira repleto de jugadores «cuadrados». Pero el que presenta un equipo bien pertrechado, combativo y con buen criterio en su juego es sin duda la Vila.
Y aquí están los nuestros dando siempre cumplida salida al balón: Matheo pasa a Javi, que se infiltra en la defensa contraria, busca apoyo en el exterior y encuentra a José María, hoy mejor asistido que de costumbre, que si no finaliza la jugada, siempre puede encontrar a Sergio o Pablo, al rescate. A Javi le gusta demostrar su habilidad con el pie, mientras Rubén y Juan Manuel se abren paso a golpe de hombros y pasan el balón para que Gonzalo lo intente con su juego de engaños. Vicente aparece con sus fulgurantes acelerones y despierta a Quique y Artur, que descubren a Alex llegado a su altura, imprimiendo fuerza y velocidad al juego. En las tareas defensivas todos se deben emplear con esmero, aunque algunos confían más en nuestra máquina de placar: Matheo.
Para los más jóvenes hoy no hay enemigo grande que se resista. Pau ya se encarga de sustraer el balón, y Luís, Arnau y David de darle el trato que se merece. Sebastián está presto en el reparto del balón, y si no se lo pasa a Mateo, encuentra a Carlos o a Luís Rullán, que ha demostrado que no hace falta ser grande para ser valiente (consiguió el solo frenar el avance de un contrario que lo doblaba en tamaño). También están los jugadores duende que aparecen y desaparecen por sorpresa como Héctor y David Casco de oro.
Aunque como un auténtico jugador potente e incisivo se ha revelado en el torneo el animoso Hugo.
En las postrimerías del torneo nos enfrentamos a la Vila, y no solo disfrutaron los jugadores, si no también el público. El juego más evasivo, alegre, efervescente y emocionante, que se pueda imaginar lo han desplegado los jugadores de la Vila y el Valencia, en sus dos encuentros. A los arabescos de David, los eslaloms de Gonzalo o las arrancadas de Alex, han dado cumplida réplica el impetuoso Jaume el Malenet, Kilo o Jordi con sus fulgurantes escapadas. El intercambio de balones, de carreras, de placajes resultó vertiginoso y excitante, todos gozaron con el balón, y como buenos amigos al final hubo reparto de puntos.
El torneo concluye, agradecemos a organizadores y anfitriones su hospitalidad, y prometemos a los amigos de la Vila: Kilo y Jaume, citarnos en otra ocasión para compartir terreno de juego, e incluso mesa y mantel.
Regresan nuestros jugadores en el autobús soñando con otras victorias en otros torneos, y sobre todo con disfrutar y compartir la pasión del oval con otros chicos.
Un proverbio árabe que va que ni pintado al rugby, dice: «Si quieres ir rápido avanza solo, si quieres llegar lejos únete a otros».
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!

El equipo verde logro tres victorias y un empate, y el blanco una victoria, un empate y dos derrotas.
Los que marcaron algún ensayo fueron: Alex, Sergio, Pablo, Gonzalo, Hugo, Matheo, Javi, José María, Vicente, Juan Manuel…, y seguro que alguno más, pero no estuve atento, se lo debo.
Muchas gracias a todos los asistentes de parte de los entrenadores de S-10.