PARTIDO Y RESULTADO PARA OLVIDAR (10-32)
Hay que pasar página con urgencia y pensar en el siguiente partido. El encuentro ante el Sitges debe servir como un punto de inflexión para afrontar el resto de la temporada de la mejor manera posible y acabar este tramo final de la Liga de DHB con un buen sabor de boca. Porque lo sucedido en Quatre Carreres no fue sino una dura e inesperada derrota ante un rival que ganó porque buscó la victoria con más determinación que nuestro equipo. Así de simple.
El Sitges no es mejor equipo. Pero ganó porque fue mejor en este partido. Si en la primera vuelta hubo victoria en tierras catalanas por (10-24), tras un encuentro en el que evidenciamos nuestra superioridad -que también refleja la clasificación-, el rival se la cobró con creces y lo celebró por todo alto con justicia. Porque no venció de forma ajustada, sino con absoluta solvencia. Ya desde el silbato inicial del árbitro salió decidido a por la victoria y, pese al golpe de castigo en contra inicial(3-0; M. 20, ensayó y siguió dominado en el partido y en el marcador. Dos ensayos visitantes y un drop. Casa nada.
Es cierto que no ayudó la lesión de Alberto Vidal en la primera mitad, porque el Sitges se aprovechó de esta circunstancia para marcharse al descanso con ventaja 10-15, pero el segundo tiempo fue para olvidar. Porque nuestro equipo no fue capaz de anotar ningún punto mientras que el equipo catalán ensayó hasta en tres ocasiones. Además, siempre dio la sensación de dominio dentro del terreno de juego por parte del Sitges hasta dejar el resultado en el 10-32 final. El próximo partido, ante el Akra en Alicante, no será nada fácil. Hay que entrenar duro para cambiar nuestro estado de ánimo.
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