Corriendo bajo la estrella del rugby.
Buenos días desde la máquina de pergeñar crónicas. En primavera, la sangre corre ligera. Y es el momento ideal para jugar, correr, disfrutar bajo la estrella del rugby. Ese juego en el que vale casi todo, siempre y cuando se tenga intención de escapar hacia delante.
En los duros entrenamientos uno consigue asimilar la táctica más adecuada y la técnica necesaria; aprende a encajar y devolver los golpes que tan generosamente se reparten; a entender las reglas (que a veces parecen contradictorias), y a pelear y jugar el balón a la vez (cosa harto complicada). Para todo ello el esfuerzo continuado, y por supuesto unos robustos brazos, un par de piernas corredoras y una mente despierta ayudan mucho. No está al alcance de cualquiera tomar la decisión adecuada en décimas de segundo, cuando llegan señales de peligro por doquier.
Pero una vez pisamos el terreno de juego debemos aplicarnos con la máxima concentración posible, y con ese plus que a veces es tan decisivo en el juego, ese impulso irrefrenable que como una bola ardiente se fragua en nuestra cabeza, pero que nace del fuego del corazón.
Algunos le llaman motivación, pero todos lo reconocen como echarle pelotas. Unido al genio, la fortaleza, y porque no al espíritu gregario señala a los grandes jugadores y equipos.
Pues bien, esta semana en particular, aunque viene siendo tema recurrente toda la temporada, hicimos hincapié en la concentración y la motivación. Pero la cosa no es tan sencilla, si damos una charla motivadora “no estoy concentrado”, “concentrarme no me motiva”. Claro siempre hay chicos que vienen motivados ya de casa, incluso en los entrenamientos, y que aunque no lo parezca están concentrados. Pero a la mayoría de esta banda de irredentos gaznápiros parece que les da igual. Entonces hay que echar mano de alguna arenga subida de tono, de la amenaza de muerte, o mejor del ejemplo que dan los compañeros más aventajados (esta mañana han servido estupendamente para ello los irreductibles S-8).
Bueno, como hemos dicho esta semana, y antes de los partidos, charla motivadora: – Hay que estar concentrado, mirar siempre donde está el balón, el contrario, nuestro compañero… y jugar con ganas, con energía, con todo ese talento que todos poseéis ahí dentro (señalamos el pecho), y ansía por salir a raudales. ¡Venga a por ellos!
Suena el silbato del árbitro (hoy con ganas de acabar pronto la tarea). Comienza el partido y la primera en la frente, ni concentración ni estoy motivado. Bueno parece que Pau Gonzálvez desentona del conjunto roba el balón, y tras el ruck, Alex juega para Gonzalo que con habilidad fija y pasa a David Marco que corre a ensayar. Pero en defensa hacemos aguas, Super Vicente del Poli-Sta Cruz se pasea por el campo, con la complicidad de nuestros jugadores. Sí en ataque Hugo y Héctor hacen la diferencia atacando en el eje profundo, Ximo, tras una de su furibundas embestidas, se borra del partido.
Y mientras tanto en el Liceo Pablo y Vicente se llevan las manos a la cabeza y fruncen el ceño: -¿Quién cojo… para a los Moncánicos? Maestros del montonet y reacios al escampeuse, con su potencia de penetración están haciendo de las suyas. Claro enfrente el RCV tiene grandes campeones como Vicente “pies ligeros” y Pau “corazón bizarro”, y algunos que pueden dar lecciones de motivación como Juancho “gladiador” o Carlos “pirata”, que tirando de casta son capaces de superar a los peleones Moncánicos.
En el río llega la media parte, hay algo de reprimenda para todos, pero también se refuerzan las buenas acciones. Todos parecen salir más enchufados, y Gonzalo da ejemplo en ataque, es una pesadilla para el Poli, pero ahora en defensa ha secado a Super Vicente con buenos placajes. Se unen al último asalto Asier con mucha garra, y hasta Marc juega a la perfección un balón comprometido.
Salvo algún error en la zona más caliente del campo, el partido acaba mucho mejor que empezó.
Ximo que ha estado ganseando durante el partido avisa:
-¡Entrenador ya estoy concentrado!
-¡Anda tira pallá sinvergüenza!
También en el Liceo mediado el encuentro ha sido necesario animar a los muchachos. En la reanudación hay que frenar a Juancho desatado; Arnau restalla en cada acción; Dany demuestra su buen hacer con dos ensayos, al igual que el febril Axel. Y luego están los incondicionales del balón, aquellos como Emi, Oscar, Germán y Luisón que todavía deben pasar otra vez por ese proceso en el cual se den a sí mismos motivos suficientes para emprender una acción valiente, deliberada y voluntaria.
Germán levanta la mano en la reunión pospartido:
-¡A mí me motiva mucho el tercer tiempo!
¡Entrena con ganas, y sé fiel a tus amigos!
Muchas gracias a todos los que colaboraron: jugadores, árbitros/entrenadores y por supuesto a los padres.
Resultados: RCV LF Tec 15-UER Montcada 9.
Ensayos: Vicente (6), Pau Caballero (4), Axel (2), Dany (2), Juancho (1).
Sta Cruz-Poli RC 6(7)-RCV LF Tec 10(12).
Ensayos: David Marco (3), Gonzalo (3), Hugo (2), Alex (2), Héctor (1), Asier (1).
Nos vemos miércoles y viernes en los entrenamientos. El sábado 16 tenemos día de promoción del rugby en Montcada, ya informaremos. Atentamente entrenadores S-10.
